Correr 70, 80, 100 o más kilómetros en las montañas no suena sencillo, por eso sorprende la serenidad de Gonzalo Calisto y Gustavo Cevallos, 2 ultramaratonistas ecuatorianos que se acostumbraron a “maltratar el cuerpo” y a ponerse desafíos cada vez más complicados.

Gonzalo Calisto (33 años) se alista para viajar a Francia, donde participará en 2 torneos: el Campeonato del Mundo de Ultramaratón, que se realizará del 27 al 30 de junio en Chamonix, y la segunda válida del Circuito Mundial de Ultramaratón, a cumplirse el 13 de julio en Val D’Isere.

En tanto, Gustavo Cevallos (29 años) afrontará la prueba de deporte aventura Untamed Adventure Race, a efectuarse en Maine (Estados Unidos) del 17 al 22 de junio, e intervendrá en el Ultra Trail de Lavaredo (Italia) entre el 27 y 29 de junio.

Fascinación por los retos

Gonzalo rebusca en su memoria, se ve agitado, corriendo en el sector de Ontaneda (parroquia Conocoto, Quito), acelerando en la cuesta que conduce a su hogar. El rival a vencer es su padre: Gonzalo Calisto Ponce, con quien solía cubrir 10 kilómetros todas las tardes.

“A mi padre logré ganarle cuando tenía 17 años. Le pasé por una nariz...”, menciona emocionado. Esa victoria personal inyectó en él las ganas de repetir constantemente aquella sensación que únicamente 5 años después volvió a vivir. Como estudiante de Biotecnología de la Universidad San Francisco de Quito observó un afiche del ‘Huairasinchi’, competencia de deporte aventura que comparó con los retos máximos de exigencia física que únicamente había visto por TV. Esa fue su primera brega extrema.

Desde entonces son cada vez más difíciles los retos que se traza. El 10 de este mes sorteó los 73 kilómetros de la ‘Transvulcania 2014’, primera de las 3 válidas del Circuito Mundial de Ultramaratón. La lid se libró en la Isla de la Palma (España), con 1.400 inscritos de 35 países.

“Hice 8 horas y 27 minutos, y quedé en el puesto 25 de la categoría élite. Me acreditaron 25 puntos en el ranking internacional y con eso estoy en puesto 27 a nivel mundial. La carrera no fue fácil, tuvimos temperaturas de hasta 35 grados en calor seco”, pronuncia.

Los siguientes propósitos del quiteño son mejorar su lugar en el ranking internacional de ultramaratón y pisar el podio del Mundial de Deporte Aventura 2014, que se librará en Ecuador en noviembre. En este certamen hará equipo con la colombiana Mirtha Realpe y los ecuatorianos Santiago Miño y Martín Sáenz.

De hecho, el gran objetivo del año es adjudicarse una medalla orbital, por eso todos los eventos anteriores sirven de preparación de cara a esta cita. Al Campeonato del Mundo en Chamonix acudirán también Santiago Miño y Martín Sáenz. Miño estará en la maratón, Calisto y Sáenz en la justa de 80 kilómetros.

Hombre duro

Chifla para llamar a Tristán, un perro de raza golden retriever que siempre lo acompaña a trotar en el Parque Metropolitano de Quito. A momentos rompe la rutina, toma un palo y lo lanza. La mascota retorna con el objeto en el hocico.

Gustavo Cevallos (29 años) disfruta su entrenamiento, cree que guardar la calma es importante para llegar en óptimas condiciones a la Untamed Adventure Race, que constará de 500 kilómetros de recorrido, y al Ultra Trail de Lavaredo, de 119 kilómetros.

“En Estados Unidos voy a correr con la chilena Verónica Bravo, y los compatriotas Paúl Riera y Felipe Bueno. Esta incluye ‘trekking’, ciclismo de montaña, kayak, cuerdas y orientación. Si cumplimos el recorrido, clasificaremos al Mundial de Deporte Aventura de Ecuador. La carrera en Italia será individual, es una de las 10 válidas de las Series Mundiales de Ultramaratón”, dice.

El apego de Cevallos por las bregas extremas es tal, que convirtió esa pasión en su trabajo, pues es adiestrador de ‘trail’ (tiene 50 alumnos) e instructor en un gimnasio. No niega que su fervor por la actividad física le haya privado de muchas cosas, mas la satisfacción de superar cada lance vale la pena.

“He sacrificado mis relaciones sentimentales, de amigos, mi tiempo con la familia por dedicarme a lo que me gusta, pero es mi forma de vida. Hasta los 14 años residí en Santiago de Chile y jugué fútbol en las inferiores de Colo Colo, luego regresé a Quito y estuve 2 años en El Nacional. Sin embargo, me di cuenta de que lo mío era ejercitarme en los escenarios naturales”, relata.

Gonzalo Calisto y Gustavo Cevallos practican de 6 a 7 horas diarias. Parte importante de su labor es prevenir las lesiones a través de cargas adecuadas de esfuerzo muscular.

Gabriela Moreno, deportóloga de Calisto, cuenta que los exponentes con años de experiencia en competencias de alta resistencia ya tienen sus anatomías adaptadas a terrenos difíciles y están listos mentalmente para los cambios de clima. Como en todo entrenamiento es prioritario mejorar las debilidades, sean estas en velocidad, fuerza, potencia, etc.

“Aunque debe hacerse un fortalecimiento general del cuerpo, las cargas dependen de las metas de cada atleta. No son iguales para quien quiere adjudicarse una medalla que para quien solo desea sumar experiencia. Se deben hacer tareas específicas en terrenos similares a los de las competencias y trabajos en la propiocepción (control del equilibrio)”, recomienda.