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Ecuador, 26 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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La Embajada de EE.UU. recibe informes del dueño del Banco de Guayaquil, Guillermo Lasso

El interés de la oposición por restituir a los congresistas y con ellos sumar votos para destituir al presidente Rafael Correa, conduce a empresarios y políticos opositores a idear varios movimientos “silenciosos”. Encontraron como pretexto las agresiones que recibieron algunos diputados en esos días a propósito de una turba organizada por el MPD que  golpeó de hecho a congresistas del PRIAN. Los autores fueron luego sancionados por la justicia. Incluso, el propio presidente Correa rechazó los incidentes ocurridos en Quito y Manabí. Pero los hermanos Guitiérrez (Lucio y Gilmar), acompañados de Carlos Polit, veían en esos incidentes la posibilidad de argumentar la destitución de Correa.

Así se lo comentaron a la Embajada durante una reunión producida el 19 de marzo del 2007, reportada a Washington un día después, el 20 de marzo en el cable codificado 07QUITO645: “Lucio y Gilmar Gutiérrez dijeron al DCM y PolChief el 19 de marzo que intentarían convencer a (Jorge) Cevallos (Presidente del Congreso) para que en unión con  los cesados se abra una sesión del Congreso el 20 de marzo en Guayaquil. Si Cevallos no está de acuerdo, el Vicepresidente del Congreso convocaría la sesión (en esa época había dos vicepresidentes: Miguel Castro y Byron Pacheco) y considerarían la posibilidad de la destitución de Correa por no proteger a los diputados que fueron atacados en Quito y Manabí”.

Y añade: “el contralor General, Carlos Polit, quien sigue siendo un asesor informal de los hermanos Gutiérrez,  también asistió a la reunión, y sostuvo que una destitución contra Correa es prematura y está condenada al fracaso. El Congreso de Guayaquil en su lugar debería tratar de impugnar al ministro de Gobierno (Gustavo) Larrea, legalmente responsable de sus acciones y de las fuerzas de seguridad; al ministro de Economía (Ricardo) Patiño, por emitir información contradictoria sobre el pago de bonos de Ecuador, posiblemente con la complicidad de actores venezolanos”.

La posibilidad de que el Plan de los Gutiérrez fracasara, como efectivamente sucedió, hizo que la Embajada procediera a sugerir algunas acciones estratégicas:

“DCM destacó el valor que tiene  recuperar el Congreso (…) Si Correa se niega a seguir (…) los cambios, la ecuación política y la opinión pública podrían empezar a inclinarse gradualmente contra él. Es importante que la oposición ofrezca una agenda de cambios positivos, no solo una serie de tácticas de bloqueo anti-Correa”.

La estrategia sugerida por la Embajada no había tomado en cuenta que las Cámaras de Empresarios de distintas ciudades ya habían empezado a ejecutar la suya, que igualmente fue compartida con la Embajada en distintas reuniones. 

Cúpulas de las Cámaras de empresarios contaron sus frustaciones a la Embajada y sus planes para desacreditar al Gobierno

En un cable clasificado como confidencial, emitido el 30 de marzo (07QUITO76), la Embajada da cuenta de todo un programa estructurado, diseñado por las cámaras empresariales, desde una campaña publicitaria, contactos políticos, influencia sobre algunos diputados cercanos, hasta la solicitud para que la Embajada juegue su propio rol. El cable señala que fueron numerosos los contactos con empresarios, quienes expresaron su preocupación sobre la amenaza que representaba el gobierno de Rafael Correa. Aunque la Embajada coincidía con algunas de sus preocupaciones, no veía solidez en los argumentos de los empresarios sobre el temor frente al nuevo Gobierno.

El cable reporta: “El sector privado ecuatoriano, generalmente rebelde, ha comenzado a desarrollar lo que podría convertirse en una respuesta coherente a las amenazas de la administración de Correa. Este esfuerzo, liderado (…) por las principales cámaras empresariales, tiene dos elementos principales: proyectar un mensaje positivo, haciendo hincapié en los principios democráticos y económicos, y apoyar a los candidatos para la Asamblea Constituyente que comparten su visión (…). Las preocupaciones han sido sinceras, pero carecen de especificidad. El tema más común es que Correa pretende seguir el modelo de Chávez del "Socialismo del siglo XXI". Cuando se les preguntó, muchos no tienen una idea formada de cómo responder al planteamiento de Correa o qué políticas alternativas ofrecerían al pueblo que claramente quiere cambios (…) algunos esperan que EE.UU. tenga un papel destacado desafiando la política de Correa”.

Finalmente, el cable indica que la Embajada mostró su interés de apoyarlos con la condición de que “deben ofrecer  alternativas responsables”.

Guillermo Lasso buscó apoyo en Gutiérrez, Nebot y Álvaro Noboa para ejecutar su plan

Guillermo Lasso, actual presidente ejecutivo del Banco de Guayaquil, se había desempeñado como asesor del ex presidente Lucio Gutiérrez. Lasso sostuvo una reunión el 12 de marzo, según lo reporta la embajadora Jewell en el informe del día 20 del mismo mes.

Lasso definió su estrategia sobre la base de un estudio realizado por el grupo “Ecuador Libre”, antes de que Rafael Correa asumiera el cargo, comprobando que los riesgos señalados por esa agrupación se estaban confirmando ahora. Lasso dijo que él había compartido el análisis con la comunidad empresarial en reuniones con las Cámaras de Comercio, de Industria de Quito, Guayaquil y Cuenca.

Los contactos habrían encontrado a una comunidad empresarial nerviosa, pero Lasso habría tomado contacto con cada uno, según indica el cable: “Uno a uno les llamó para inscribirse en un esfuerzo para contrarrestar las políticas de Correa (…) Dijo que el enfoque de la comunidad empresarial es desafiar la administración de Correa sobre principios fundamentales y no para defender  intereses particulares”.

Lasso al parecer se habría convertido en el estratega de la oposición y se dio tiempo en medio de las múltiples reuniones con las cámaras empresariales y la embajada para acercarse a Nebot, Gutiérrez y Noboa, pero encontró algunos limitantes para lograr cuajar su estrategia. Según el reporte que Lasso dio a la Embajadora, se asegura que: “Gutiérrez está dispuesto a trabajar con la comunidad empresarial, pero solo en sus términos”.

Según Lasso, “Noboa no comprende lo que está ocurriendo en Ecuador. Nebot es el más inteligente de los tres, pero ha optado por ejercer su papel defendiendo los intereses locales de Guayaquil”.     

Finalmente Lasso da cuenta a la Embajada de la campaña publicitaria que sacaría al aire en la que vinculan la gestión del presidente Correa con la del gobierno de Venezuela.

El cable indica que Lasso “ha puesto en marcha una serie de cuñas de radio, que incluye una voz venezolana que discute sobre la situación en Venezuela y una voz ecuatoriana le responde que no le gustaría la misma situación para Ecuador”.

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