El Plan l: Conservar el Parque Nacional de Yasuní como ha estado, intangible desde tiempos remotos, y que siga existiendo tal como se encuentra, como el lugar de mayor biodiversidad del planeta y patrimonio natural y cultural del Ecuador. La desventaja es no obtener ningún beneficio económico. Esta opción es una visión propia de la era preindustrial o agrícola natural.
El Plan 2: Conservar el Parque Yasuní para el turismo ecológico especializado, como lo hace Costa Rica con mucha menor riqueza natural comparada al Ecuador. Esta opción con intervención mínima humana, solamente con senderos, con viviendas y hoteles especializados y controlados en su interior, con una promoción turística adecuada, permitiría progresivos ingresos al Ecuador a perpetuidad. Es una opción preindustrial con ventajas económicas limitadas.
Corresponde al Plan A del Gobierno Nacional, de conservar bajo tierra su riqueza petrolera, condicionada al apoyo económico de la comunidad internacional y nacional. Lamentablemente las transnacionales del petróleo y los gobiernos de derecha, que predominan en Europa, América del Norte y Asia, y principales responsables del deterioro ambiental del planeta, quieren que fracase este plan por la urgencia que tienen del petróleo.
El Plan 3: Eliminar el plazo del compromiso económico de la comunidad internacional del Plan A, y comprobar (y denunciar) al final de cada año el nivel de conciencia planetaria por el cambio climático que tengan los países y organismos internacionales (comparado con la contribución del Ecuador). Esta opción permitiría diversos programas sustentables a corto y largo plazo.
El Plan 4: La explotación petrolera de Yasuní corresponde al Plan B del Gobierno Nacional. Implica que con la explotación petrolera durante 10 a 15 años, se realizaran obras (centros educativos, hospitales, puentes y carreteras) que como máximo durarían 50 años, y deteriorar al lugar privilegiado con la mayor biodiversidad del planeta. Es un proyecto de la era industrial y, por tanto, no es sustentable para las futuras generaciones, pues no existiría.
El Plan 5: La explotación transversal del parque. En lo inmediato es la mejor opción, pues conservaría la mayor biodiversidad del planeta en la superficie y aprovecharía el petróleo del subsuelo. Combina conocimientos de la era industrial y posindustrial. Es la opción más cara y se encuentra abierta a los desarrollos tecnológicos del futuro.