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El Telégrafo
Bernardo Sandoval Córdova

Ya es la hora de vacunar a todos

27 de junio de 2021

El Presidente Lasso planteó el plausible propósito de inmunizar contra el padecimiento de Covid 19, a nueve millones de ecuatorianos en 100 días, es decir el 70% de la población adulta del país.  La buena intención es encomiable, pero, siguiendo la demostración de las estadísticas mundiales, parece imposible.  Me encantaría equivocarme absolutamente en esta apreciación porque ello significaría que, efectivamente, el gobierno haya conseguido su meta, lo cual es lo deseable.

Cuando Margaret Keenan, de 91 años, recibió en el Reino Unido, el 8 de diciembre de 2020, la primera vacuna contra Covid 19, se inició el programa masivo de vacunación en el mundo.  Han transcurrido 200 días desde entonces y el Reino Unido solamente ha logrado vacunar al 48% de su población.  Israel logró, entre el 9 de enero y el 16 de marzo, inmunizar al 50% de su población, o sea, fueron 75 días para alcanzar el 50% y ya son 163 días y apenas ha alcanzado el 60%.

Ecuador, desde el 17 de febrero de 2021 al 24 de mayo, en 96 días, logró aplicar la inmunización completa al 2,9% de la población.  Desde entonces, en 32 días se ha avanzado un 4,4% extra hasta alcanzar el 7,3%.  A partir del 28 de junio quedan 66 días para llegar al 70% lo que significa avanzar al 1,06% de la población por día, lo cual, apreciando el ritmo que hemos visto, resulta imposible.

Es evidente el empeño del actual gobierno y resulta obvio que el padrón electoral debía ser el instrumento básico para identificar a los ciudadanos, controlar el proceso de vacunación y  establecerlo según un patrón geográfico.  Así lo había manifestado yo en múltiples ocasiones, desde septiembre de 2020 y es bueno que el gobierno actual haya tenido el mismo pensamiento.  También es correcto, como ya se empezó a hacer desde el anterior gobierno, que sea la población más vulnerable, por edad, por enfermedades severas o por riesgo de exposición, como trabajadores de la salud, fuerza pública, bomberos y personal de limpieza, la que reciba con prioridad la vacuna.  Es igualmente apropiado que se haya diseñado un sistema de vacunación por orden descendente de edad.  Sin embargo, empezamos a notar ausentismo y muchos centros de vacunación han tenido que cerrar para consolidarlos en centros más grandes.

El ausentismo es preocupante y debería motivar al gobierno a cambiar la estrategia para abrir la vacunación a todos los grupos etarios o al menos ampliar el rango de edades por cada período de inmunización. Al momento no hay escasez de vacunas, de hecho, hay una adecuada reserva y en julio vienen más lotes. No puede ser que por la desidia, el desdén o la irresponsabilidad de ciudadanos que tienen la oportunidad de vacunarse y no lo hacen, otros ciudadanos más jóvenes que ansían vacunarse, no lo puedan hacer.  Ya es hora de vacunar a todo aquel que quiera hacerlo.

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