Como decía el que sabemos: ¿Y ahora? La oposición ha quedado descolocada, una vez más. Cuando el presidente Correa anunciaba, reiteradamente, que no quería ir a la reelección, todos -incluido el bloque de PAIS- no le daban crédito. El argumento y la reivindicación de la oposición eran -¿son?- decir no a la reelección del presidente Correa. Por ello ahora quedan huérfanos de argumentos.
Ahora bien, el presidente Correa dijo en el enlace ciudadano que, dada la división de la oposición, PAIS ganará las próximas elecciones con cualquier candidato, y hasta dio nombres, citando a algunos que se cruzaron en su mirada en el mismo enlace. ¿Es así? Rotundamente no.
En las pasadas elecciones PAIS sufrió una derrota importante. Y se la maquilló. Lo cual generó que no se asumiera un proceso serio de análisis autocrítico. Y, por supuesto, de rectificaciones. Simplemente se ‘renovó’ la directiva y Galo Mora -con estoicismo- asumió todas las culpas; las propias -que las tuvo- y, sobre todo, las ajenas.
Esto impidió que PAIS –y el presidente Correa- escuchara el mensaje que los electores estaban enviando. Al perder las elecciones en importantes ciudades y provincias, los militantes y electores de PAIS decían: “Presidente, a usted, todo nuestro respaldo y seguiremos votándolo, pero no votaremos a cualquier candidato que usted nos imponga”. Y así fue, por más que el Presidente hizo campaña, no votaron a los candidatos que creían inadecuados. Barrera, y un largo etc.
Citemos lo sucedido en Imbabura; la segunda provincia, detrás de Santa Elena, que históricamente más ha votado a PAIS. En esta provincia se perdió todo. Con excepción de Urcuquí -por la campaña puerta a puerta que asumió el Yachay-. Era un bastión electoral y lo perdieron todo. ¿La razón fundamental? Los malos candidatos. A pesar de que las bases lo advertían una y otra vez, no fueron escuchadas. Los ‘líderes’ de PAIS en Imbabura repetían lo mismo que hoy dice el presidente Correa: “Con cualquier candidato ganamos”.
Y no fue así.
Y no olvidemos lo sucedido en Argentina. El candidato de Cristina fue Scioli, un candidato del sector más conservador con grandes resistencias. Por más que Cristina se empeñó, casi pierde la primera vuelta con Macri. Por tanto, si bien es cierto que PAIS tiene todas las de ganar, más aún con una oposición tan mediocre; sin ideas, sin propuestas y dividida, no se ganarán las elecciones con ‘cualquier’ candidato.
Una vez que se ha confirmado que el presidente Correa no estará en la próxima papeleta electoral, de pronto, muchos en PAIS se creen presidenciables. Y hay que ver a algunos ministros ahora mismo actuando ya como potenciales candidatos. La verdad es que son más bien escasos -demasiado escasos- los cuadros de PAIS que puedan asumir -con éxito- la continuidad del ‘proceso’ de la Revolución Ciudadana. Es más, uno o dos, y pare de contar. La propia sombra -enorme sombra- del Presidente ha impedido que surjan cuadros con proyección nacional.
Finalmente, PAIS y el presidente Correa no pueden olvidar lo sucedido con el Frente Sandinista; luego de diez años de revolución, decidieron convocar a elecciones. “Las convocamos porque estábamos absolutamente seguros de ganarlas,” dijo Sergio Ramírez. Y perdieron. (O)