Parece ser que en nuestro caminar terrenal las contradicciones son nuestra compañera de trayecto. Por ejemplo: la voz casi omnipresente de la ‘no violencia’ y del ‘apoyo a lo nuestro’; pero, el obrar desafina ese clamor. Me referiré, a continuación, al caso de la Miss Ecuador 2022 Nayelhi González y la interacción de una buena parte de la sociedad ecuatoriana, incluyendo ciertos medios de comunicación.
El pasado sábado se llevó a cabo el mencionado certamen de belleza. El desenlace del mismo fue la elección de la ciudadana Nayelhi González, de 26 años de edad, como la ganadora. Sí, se trata de una mujer afro descendiente, oriunda de la provincia de Esmeraldas, de profesión licenciada en enfermería.
Aunque me he opuesto y me opongo a estos espacios donde se busca promover la belleza como único atributo (bastaría ver que la mayor parte del tiempo es la exposición de la mujer, y tan solo se destina minutos limitados a conocer parte de su pensamiento), debo destacar que, aún cuando el espacio dedicado a las preguntas y respuestas fue sumamente corto, es posible que la audiencia pueda generarse ideas con cierto nivel de profundidad de quiénes son quienes aspiran la corona. En el caso de Nayelhi González, creo que su respuesta persiguió brindar esperanza a los suyos -en cuanto a su provincia, tan golpeada, tan dolida, y poco vista con generosidad, hablando financieramente desde el aparato estatal- (parafraseando): “Pido al primer mandatario que ayude a Esmeraldas… hay gente valiosa que necesita (como diría el Profesor X, en el filme X-Men, días del futuro pasado) “algo de apoyo””. Valiente. Directa. Sin temor. Sin favor.
Me llamó profundamente la atención que ciertos medios de comunicación, horas después de su triunfo, no dedicaron su portada principal a la victoria de una mujer afro descendiente. Fueron “contados con los dedos de la mano” quienes lo hicieron. Diría que ‘los inesperados’ fueron quienes brindaron tiempo y espacio en la primera página de su ventana de comunicación. ¡Triste! Preguntas: ¿Dónde quedó el apoyo a lo nuestro? ¿Acaso una ciudadana de raza negra no representa (para ellos)? ¿Y si hubiese sido una ciudadana de raza blanca? ¿Sería distinta la portada de los medios de comunicación que han actuado de manera curiosa con la ganadora Nayelhi González?
¡Y ni qué hablar de la no violencia! A minutos del triunfo de la esmeraldeña, en redes sociales la ola de comentarios negativos no se hizo esperar. Expresiones ofensivas, racistas, que laceran la dignidad de la persona. Sí, en Ecuador. Y claro, casi todos tienen como denominador común “el físico y el color de piel”. Toda una corriente de pensamiento reducida a una cuestión (lamento la expresión) absurda, patética, propia del subdesarrollo. Preguntas: ¿Cuándo Barak Obama llegó a la presidencia de EE.UU., la deslegitimación y el menosprecio también se dio? O, ¿Sucedió una situación similar con la llegada de Kamala Harris a la Vicepresidencia de EE.UU.?
Contradicciones. Sí. Y se dan en escenarios que resultan ser incomprensibles; aparte de mostrar características poco empáticas, poco cálidas; opuestas a la caridad, y que denotan que el racismo, la irracionalidad, y el elitismo aún permea en suelo ecuatoriano. Me temo que se seguirán observando, especialmente si ocurriría lo siguiente: “Nayelhi González gana el Miss Universo”, o “Una mujer afro descendiente se convierte en la próxima presidenta de Ecuador”, o inclusive “Una mujer afro descendiente logra ser presentadora de noticias de un medio de televisión de señal abierta”. Ahí, entonces, quienes hoy con torpeza denostan, serán quienes aplaudirán “como las focas”. ¡Qué contradicción!
Tan solo cierro con una aseveración relacionada a lo que me he referido hoy. Recientemente en un medio de comunicación de TV se estaban presentando a las candidatas a un certamen de belleza local; la presentadora, luego de preguntar a varias de las candidatas sobre sus proyectos sociales, manifiesta: “Ahora sí, vamos a hablar de lo más importante para ellas: el premio (un vehículo)”. En mi mente me preguntaba: ¿Lo del proyecto social es “para aparentar”? ¿Así pensamos las ecuatorianas y los ecuatorianos? Paradójico que quien haya referido tal sea una mujer.
Puedo estar equivocado. Ciertamente. Juzguen ustedes.