Mientras caemos en el juego de un grupo del Gobierno, y nos desgastamos de forma innecesaria cuestionando a Anderson Boscán por hacer temblar al Ejecutivo con un audio filtrado y venderlo como si se tratara de una investigación, un duro golpe es asestado al periodismo de profundidad.
Visión 360, el programa de la cadena Ecuavisa, sale del aire luego de estar más de ocho años. Así, el último reducto de investigación en televisión abierta desaparece y también una época donde destacaron en su momento de esplendor, otros como 30 minutos, Dentro y Fuera, La Televisión y el antiguo Día a Día.
La salida de Visión 360 es una gran noticia para las mafias enraizadas en las instituciones públicas, los proveedores que se han acostumbrado a canjear contratos a cambio de sobornos, las autoridades que usan sus cargos para inflar el patrimonio, los padrinos del poder o las organizaciones delictivas.
Sin ese periodismo de profundización hubiera sido imposible que se develen casos como el de la red de sobornos de Odebrecht, el fiasco del Circo Social, la crítica situación de Petroecuador, la depredación minera o el aislamiento de poblaciones por la erosión del río Coca y los efectos de la contaminación en la frontera.
O el drama de los familiares de personas que desaparecieron en casas de salud durante la pandemia por la COVID-19 o que conozcamos la realidad de quienes viven en continua competencia con la muerte, en espera de la donación de un órgano.
Históricamente, los programas de investigación han sido difíciles de sostener. Esto por la inversión alta que representan, el equipo especializado, el tiempo que demandan y los ‘dolores de cabeza’ que generan a los dueños y administradores de los medios de comunicación, pues los enfrenta con el poder.
Sin embargo, también han demostrado ser, en palabras de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), imprescindibles para fomentar la transparencia, para prevenir la corrupción, para fortalecer la democracia y para contribuir con una buena reputación de los medios de comunicación.
Si en el contexto del caso El Gran Padrino develado por La Posta, hemos demandado que haya una contrastación, contextualización, verificación, ampliación y revelación de información, lo más coherente es que aboguemos también porque Visión 360 vuelva, para no quedarnos sin conocer más sobre la realidad de Petroecuador y otros temas que al poder le conviene ocultar.