¿Se acuerdan de la historia de Rocío? Ella sufrió un terrible accidente la madrugada del primero de enero de 2015, después de dejar al más pequeño de sus dos hijos con su expareja. A raíz del accidente, Rocío sufrió afectaciones irreversibles en su cerebro.
¿Qué pasó con los niños, quién los cuida ahora, quién se hace cargo de su crianza y cuidado? Estas responsabilidades han recaído sobre el padre y también sobre la madre de Rocío.
Raúl, el mayor, que ahora tiene ocho años de edad, es a quien más le ha afectado lo sucedido con su madre. El año escolar pasado, en una escuela pública fue agredido por un grupo de niños.
Los capítulos de agresión fueron varios; sin embargo, se puede hacer hincapié en dos de ellos por el grado de violencia. En el uno, lo patearon salvajemente en el patio de la escuela y uno de sus testículos quedó afectado; sin referir, además, que todo su cuerpecito estaba lleno de moretones.
El último día de escuela, en una celebración en el aula y con la presencia de la maestra tutora, el niño que encabezaba la violencia rasguñó el rostro de Raúl. Una madre de familia filmó lo sucedido y envió el video a la abuela materna de Raúl, quien inició un juicio en Fiscalía sobre el que todavía no se tienen resultados.
Después de estos hechos, Raúl empezó el nuevo año escolar en otra escuela. Lastimosamente, otra vez ha sido objeto de violencia y abuso por parte de sus compañeros. Los insultos y epítetos que los niños usan no se pueden reproducir en este espacio.
Raúl, en estos momentos, está bajo terapia psicológica. Con un mapeo cerebral se concluyó que el niño tiende a repetir en su memoria las agresiones que sufrió en la antigua escuela. En el lugar de la terapia ha hallado un amigo: el padre de otra niña que hace terapia y que le ha dicho que tiene nueve años.
Raúl le dijo a su padre: “sabes, ya tengo un amigo, él es muy grande y me va a defender, él es mi amigo de verdad y es el único que me entiende y quiere jugar conmigo”. (O)