En una foto de la Misión Eugenio Espejo, se ve cruzar un río a un caballo que lleva una cama, una silla de ruedas y un funcionario carga un colchón para entregarlos a un discapacitado. Esta es una cruzada llevada a cabo por el vicepresidente Lenín Moreno. Con esta monumental obra, que salvó a los discapacitados, le fue difícil a las tiendas políticas definir sus candidatos a la segunda magistratura.
En Alianza PAIS, Correa designó a Jorge Glas, guayaquileño, ex ministro coordinador de los Sectores Estratégicos, a contracorriente de los otros partidos que eligieron, con equilibrio de género y regional, los candidatos vicepresidenciales. La confianza, lealtad y eficiencia definieron su postulación. Por su trabajo, Glas ha recorrido el país entregando obras de telecomunicaciones: se han tendido kilómetros de fibra óptica que permiten proveer Internet a infocentros, aulas móviles y escuelas públicas en poblaciones recónditas; telefonía fija e inalámbrica en sitios apartados; obras de agua potable, alcantarillado y tratamiento de aguas residuales en Esmeraldas, Santa Elena y Manabí, respectivamente.
En la última, se inició el diseño de la refinería Eloy Alfaro, un complejo petroquímico, con técnicos nacionales y extranjeros; la construcción de hidroeléctricas en Napo (Coca-Codo-Sinclair), Azuay (Sopladora), Santo Domingo de los Tsáchilas (Toachi-Pilatón) y otras. Hay que agregar las obras relacionadas con el control de inundaciones y riego como el Carrizal-Chone, Daule-Vinces, etc., a cargo de Senagua.
Si bien Glas es un técnico, gestor y planificador de estas obras emblemáticas, también se ha enfrentado a empresas transnacionales. Expulsó a la brasileña Odebrecht, le obligó a la reparación de la central San Francisco.
Cuando esta cumplió, le permitió realizar otras obras en el país exigiéndole garantías contractuales y créditos para la hidroeléctrica Manduriacu (Pichincha-Imbabura). Además, contribuyó a la renegociación de los contratos petroleros, aumentando las rentas y regalías para el Estado. Para la construcción de las hidroeléctricas y de la refinería obtuvo financiamiento.
Estos proyectos sientan las bases para el cambio de la matriz energética que sustituirá la energía de termoeléctricas por hidroeléctricas que, además de disminuir la contaminación, permitirá bajar el costo de la tarifa eléctrica para la población y empresas, aumentando la competitividad del sector privado al reducir la factura eléctrica.
Aún más, con el complejo petroquímico, se generarán productos para la industria del plástico, lubricantes, detergentes, pinturas y fertilizantes para la agricultura, que son industrias estratégicas fundamentales para el cambio del modelo económico.
Por todas estas obras, en un acto de reconocimiento de su labor, el Foro Politécnico, universidades, colegios profesionales (Electrónicos y Eléctricos) y politécnicas le dieron su apoyo.
En consecuencia, no solo los aspectos señalados definieron su candidatura sino -además- su vinculación con la población y el impulso a los sectores estratégicos, que seguirá coordinando por decisión de Correa; se trata de una obra sin parangón en la historia del país, es parecida a la tarea de Lenín Moreno, pero en este caso de infraestructura física que impulsará el desarrollo económico del país.