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El Telégrafo
Alicia Galárraga

Vejez GLBTI

15 de marzo de 2020

Fernando Orozco es un gay guayaquileño que contribuyó con su lucha a despenalizar la homosexualidad en Ecuador en 1997. Su testimonio personal concuerda con los de otros compañeros suyos GLBTI que fueron víctimas de chantaje, tortura y encarcelamiento por el solo hecho de reconocerse como tales, allá por las décadas de los ochenta, noventa y dos mil: así lo recogen notas periodísticas de la época que Fernando Orozco guarda de forma cronológica.  

Fernando estuvo en Quito para rendir su versión en la demanda que han interpuesto varios colectivos GLBTI en contra del Estado ecuatoriano por los abusos a derechos humanos que sufrieron antes, durante y después de la despenalización de la homosexualidad.

Quienes fueron perseguidos en aquellas décadas por reconocerse como GLBTI han envejecido y, como consecuencia de la penalización de la homosexualidad, viven realidades de abandono, indigencia y vulnerabilidad. ¿Por qué la condición actual de estos seres humanos es una consecuencia directa de lo que sufrieron décadas atrás con la penalización de la homosexualidad? Porque eran estigmatizados, sus proyectos de vida se truncaron, se les cerraban las puertas a la hora de conseguir un trabajo y estuvieron laboralmente confinados a la informalidad que no les permite actualmente contar con una jubilación. Por otro lado, la constante persecución y extorsión de la que fueron objeto a manos de intendentes y elementos policiales de la época, tampoco les permitió tener una vida planificada porque su prioridad era invertir sus pocos recursos en salir lo más pronto posible del extinto SIC y del CDP. Son comunes los relatos que hablan de tortura, violación sexual y prácticas denigrantes al interior de estas dependencias y que sufrieron los GLBTI por el solo hecho de serlo. Si no llegaban hasta el SIC y el CDP, eran llevados hasta la laguna de La Alameda, donde los desnudaban, gaseaban y lanzaban; no sin antes obligarlos a que practiquen sexo oral a los agentes y policías que los perseguían.

Es por eso que Fernando Orozco reclama la implementación, promoción y acceso a políticas públicas que permitan a los GLBTI de la tercera edad vivir sus últimos años con la dignidad que les ha sido negada. (O)

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