Los periodistas no tenemos quién nos represente con autoridad moral y legitimidad. Se han creado varias organizaciones y cada una habla más que la otra como si fuesen la divinidad: Federación Nacional de Periodistas, Foro de los Periodistas, Colegio de Periodistas, Unión Nacional de Periodistas, Frente de Periodistas Profesionales y un largo etcétera. Y todas no hacen una a favor de los derechos esenciales de los reporteros, fotógrafos, redactores, editores, diseñadores, correctores y todos los que hacemos periodismo vivo.
De hecho, ahora, en esos “gremios” se habla de la libertad de expresión, en la misma línea discursiva de la Aedep y la AER. Y para más, cada uno a su modo se opone a la Ley de Comunicación bajo el mismo esquema: “Es una ley mordaza”. Y para colmo de males: ahora los periodistas supuestamente afectados por el actual gobierno son defendidos por una organización que de periodismo no habla, pero sí hace política en plena sintonía con esa matriz liberal que lucha, a capa y espada, contra los gobiernos progresistas de América Latina y sostiene que las libertades están por encima de los derechos. Esa supuesta organización (porque está constituida por una pareja de esposos) llamada Fundamedios ha desplazado a la que históricamente debió ocupar su lugar en la malhadada audiencia de la CIDH en Washington.
La UNP “cedió” su lugar “histórico” a Fundamedios y los miembros de la misma no han dicho nada. El presidente de la UNP, Vicente Ordóñez, empleado del diario El Universo, habla desde la lógica de su empresa y no en representación de los periodistas, pero -además- calla cuando Fundamedios habla.
Esto solo prueba, una vez más, que el movimiento social está en crisis y la crisis de representación derivada de aquella revela que ese pensamiento hegemónico sí caló en varias personas y sectores, y ahora muestra cómo ideológicamente se ha trabajado por parte de las élites cuyos representantes y líderes no dan la cara en esta disputa. ¿Son sus empleados, a veces mal tratados, mal pagados y después mal liquidados, los que hacen la lucha por la causa de las empresas y corporaciones mediáticas?
Si la lucha por un cambio del patrón ideológico está en marcha, en algunos periodistas quedó incrustada la idea liberal de la libertad de expresión, aunque, como ocurre con el presidente de la UNP, en los diarios se bote gente y ahí no haya una sola organización que defienda a los periodistas en sus más elementales derechos y jamás se garantice su libertad de expresión al interior de esos medios.