La integración regional es la mancomunidad de naciones en procura de su mejor desarrollo. La integración permite fortalecer sus economías, apoyarse en temas de comercio exterior, establecer agendas de desarrollo social y constituirse en bloques que hacen menos vulnerables a los distintos Estados frente a amenazas de diversa naturaleza.
La Comunidad Económica Europea, de fines de los 50, dio paso a la Unión Europea (UE). Estos organismos de integración regional han sido buenos ejemplos de cómo debe lograrse la alianza, abstrayendo de su génesis y desarrollo a posiciones ideológicas. La solidez de la UE contribuyó notablemente al desarrollo de toda la región, ayudando a que países débiles empiecen a despuntar. Más aún, naciones que actuaron mal en el manejo de sus finanzas, como Grecia, fueron rescatadas y reubicadas en el andarivel de la disciplina fiscal. Es solo recién que, por un inexplicable resultado plebiscitario, el Reino Unido abandonará la UE. Aún con este traspié, la integración regional europea es una muestra de cómo, con disciplina, sentido común y abstracción ideológica se puede tener éxito.
Por contraste, en nuestros territorios, en la ebullición del Socialismo del Siglo XXI, en el frenesí de la izquierda populista apoderada de la mayoría de gobiernos de la región, se crea la Unasur. La importancia económica de Brasil con la influencia de Lula, el carisma chabacano de Chávez y el apoyo de otros socialistas de menor raigambre pero de egos desbordados, lograron su creación impregnada de socialismo y estructurada para defender las tesis de la izquierda populista. La Unasur sirvió para que los gobiernos socialistas se apoyen y adulen entre ellos como en la hiperbólica manifestación de solidaridad con Correa ante los episodios del 30. Tras la salida de los gobiernos socialistas y luego de conocerse la descomunal corrupción en que incurrieron, la Unasur perdió su razón de existir. No fue un organismo de integración regional sino un intrascendente club ideológico. Cuando en la construcción de un organismo de integración regional prima la ideología, el resultado es previsiblemente nefasto. La Unasur es un ejemplo. (O)