Tú, mujer ¿quién eres? Yo, mujer ¿quién soy? No hay aún respuestas muy transparentes por el “yo y mis circunstancias “del sistema patriarcal que hunde en tinieblas inmemoriales la identidad del “Tú, mujer “ y el “Yo, mujer”. Y aunque ya en la Antigua Grecia, la revolución sexual de Lisístrata va contra las guerras de los hombres; y en la Revolución Francesa, las mujeres demandan libertad, igualdad y fraternidad con derecho al voto; y hay luchas por la mujer en los siglos XIX y XX, el movimiento obrero feminista recién tomó vuelo en marzo de 1911.
Fue a raíz de las 146 trabajadoras calcinadas por las bombas incendiarias contra la fábrica de camisas Triangle, de Nueva York, donde batallaban en huelga por mejoras laborales. A ellas y a toda mujer se honra en el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo reconocido hoy por la ONU.
Y ¿por qué no un día internacional de la mujer y el hombre, si ambos son uno? Por el Patriarcado que, según Dolores Regaut, “es una estructura social jerárquica en la que el hombre oprime a la mujer”: Es… “la impostura del absoluto masculino (único, solo) por el cual la historia … es un registro parcial “ …” sobre el pasado de la mitad de la humanidad” con las siguientes características del sistema patriarcal:
1.- Está inscrito no escrito. Por ello, es invisible para la memoria colectiva y para la educación. 2.-Es hegemónico en un yo narcisista, cúspide jerárquica de su patología depredadora en que el maltrato a la mujer es natural. 3.- Se universaliza transmitiendo diversas patologías ante el derrumbe de la naturaleza con la consiguiente inseguridad humana. 4.- No es inamovible. Puede sustituirse por el origen natural de la sociedad que es la maternidad o Derecho de la Madre, según el antropólogo, jurista y sociólogo Johann Jacob Bachhofen, seguido por Friedrich Engels y científicos del siglo XIX y XX: Se trata de la filiación matrilineal con base en la agricultura, fase lunar y signo mitológico de Démeter.
No es un matriarcado o contrario al patriarcado, sino el respeto, honor y decoro por la madre compartiendo con el hombre el desarrollo integral que es la filosofía feminista.
Y aunque muchos hombres y mujeres están en la batalla por la plena identidad femenino-masculina como un todo, solo se alcanzará la meta si: 1.- Se reconoce y escribe el inscrito patriarcal. 2.- Se difunde y visibiliza el invisible patriarcalismo. 3.- Se establece la práctica del amor desde todo ámbito empezando por la familia y escuela.
Entonces, podremos celebrar el Día Internacional de la Mujer y el Hombre todos los días del año. Entonces, el tú, mujer y el yo, mujer, el tú, hombre y el yo, hombre tendrán la respuesta de su identidad como Dios a Moisés cuando le pregunta: Y tú, ¿quién eres? Él dice: “Yo soy quien soy, el que va siendo”.