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El Telégrafo
Gustavo Pérez Ramírez

Un cuarto centenario opacado

05 de julio de 2016

Aunque tardíamente, evoco la memoria del Inca Garcilaso de la Vega (1539-1616), quien bien merece una reseña en el 4° centenario de su muerte, algo opacado por los de Cervantes y Shakespeare, fallecidos también en abril de 1616.

La coincidencia de cumplirse un año de la muerte del Gran Otto, como se conoce hoy al humanista e historiador, doctor Otto Morales Benítez, quien dejó varios escritos sobre el Inca Garcilaso, motivó a la Academia Colombiana de la Lengua a organizar un homenaje a ambas figuras de las letras americanas, en el que Olympo Morales leyó fragmentos del Inca Garcilaso de la Vega y la Independencia  de las Américas, uno de los escritos de su padre.

Cabe hacer algunas reflexiones sobre el Inca:

1.- Gran mestizo racial y cultural. Tras la Conquista, se incluyó a las mujeres como parte del botín a repartir,  aparejando indias nobles con nobles españoles. A su padre, Sebastián, extremeño de alta alcurnia, le tocó la sobrina del inca Huayna Cápac, la princesa Palla Chimpu Ocllo, con  quien convivió durante 14 años, pero presionado por una ley discriminatoria de la Corona, la abandonó para no perder sus privilegios. Su madre, bautizada Isabel, se casó con un español del común.

A sus 21 años el Inca viajó a España, donde siguió la carrera militar; en 1590, dejó las armas. Frecuentó los círculos humanísticos de Sevilla, Montilla y Córdoba y se dedicó a escribir. Sobre historia: La Florida del Inca, Historia General del Perú, Comentarios Reales. Murió en Granada, a los 77 años.

2.- El escritor. Su obra revela el choque cultural que vivió. Con nostalgia escribió de la grandeza de la cultura inca. Su obra fundamental en 7 volúmenes, Comentarios Reales, es fuente muy valiosa de información. Influyó en nuestros héroes de independencia, según Otto Morales,  desde Miranda, el Precursor, hasta Bolívar y San Martín. Antonio José de Sucre,  al gobernar a Bolivia, adoptó el libro “para que se examine en las clases, de conformidad con su  decreto sobre establecimientos de educación”. Además, sus ideas fueron acogidas por Montesquieu, Diderot y Voltaire, los enciclopedistas que sentaron las bases de la Revolución Francesa y de la democracia moderna.

3.- Su pensamiento. Se concreta en sus tesis sobre el colectivismo agrario, inspirado en las normas legales que regían al imperio inca, su política anticolonial, precursora de la independencia de las colonias. Su defensa de los derechos humanos y haberse anticipado a proclamar el  derecho natural.

En 1782 el Consejo de Indias ordenó confiscar los ejemplares de Comentarios Reales. Sin embargo, el libro ha trascendido hasta hoy como obra maestra. Así lo reconoce Luis Borda, quien sostiene que, pese a los problemas de sus fuentes orales y escritas y a las incongruencias de muchas fechas (lo que inclina a otros a leerlo cum grano salis), la obra constituye uno de los intentos más logrados, tanto conceptual como estilísticamente, de salvaguardar la memoria de las tradiciones de la civilización andina. Por esta razón se la ha reconocido como el punto de partida de la literatura hispanoamericana. (O)

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