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El Telégrafo

Turismo por aire

08 de mayo de 2011

El mundo quiere viajar cada día más y lo hace por aire. El negocio aeronáutico crece imparable a través de las fusiones de los gigantes y de nuevas aerolíneas medianas que venden destinos con las facilidades y atracciones que el turista demanda, conectando el destino con los grandes centros de distribución de pasajeros.

Las cifras de crecimiento aéreo fueron positivas desde 2010, muy buenas en  2011 y lo son más para aerolíneas internacionales que llegan a países como el nuestro, donde las aerolíneas domésticas solo ofertan vuelos y no servicios turísticos combinados.

Sin convenios efectivos con las aerolíneas internacionales, sin aerolíneas nacionales con afán de crecimiento, sin aeropuertos grandes y accesibles, si el ingreso de las Low Cost, creamos un cuello de botella que hace al dinero invertido en promoción internacional poco efectivo.

La conectividad aérea de Ecuador es insuficiente, cara y, con la puesta en marcha del nuevo aeropuerto de Quito, lo será mucho más. La habilitación del aeropuerto de Latacunga podría ser una alternativa para evitar que Ecuador sufra los graves problemas que se avecinan y que repercutirán negativamente en el crecimiento turístico, en el cual invierte mucho el sector público, y más el privado.

La ruta Guayaquil- Manaos que puso TAME  fracasó porque no tuvo la difusión necesaria, y nos privó de la conectividad aérea este-oeste,  tan necesaria para nosotros, solo conectados al sur -muy caro- o al norte -accesible-.

El papel de TAME es cada vez más doméstico y no se vislumbra como la aerolínea bandera que nos conecte internacionalmente a precios razonables con el resto del continente y del mundo.

Aerogal venía en ese camino, nos abría nuevos cielos bajo el liderazgo de Gabriela Sommerfeld, pero cayó en la tentación expansiva a través de la fusión con Avianca TACA y ahora se suma a la explotación de las rutas altamente rentables para las empresas, pero no para los países y menos para los gobiernos, cuyos ministros de Turismo no han entendido que las alianzas con las aerolíneas son tanto o más importantes que asistir a megaferias europeas.

Llegar o salir de Ecuador a través de Quito ya es tortuoso y peligroso, próximamente será terrible. Requerimos urgentemente otro aeropuerto internacional más accesible, una aerolínea bandera que deje de ser una charteadora al servicio de dos que tres mayoristas, conexión directa al Brasil y al sur en general. La unidad latinoamericana que tanto se comenta y se necesita habrá que hacerla a pie.

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