MICE significa Meetings (Encuentros), Incentives (Incentivos), Conferences (Conferencias) and Exhibitions (Ferias) y es el sector del turismo en el que más esperanzas ponen los gobiernos para subir las cifras de visitantes que crecen a menor velocidad de la deseada y mucho menor que la publicitada.
Algunos gobiernos invierten mucho dinero en refaccionar instalaciones viejas, gigantescas y emblemáticas entre las que los aeropuertos son los predilectos, hacerse de uno es un negocio garantizado por su accesibilidad y parqueaderos imponentes. También valen hospitales abandonados, cuarteles, fábricas y al negocio han entrado exitosamente conventos e iglesias católicas, que por eventos facturan mucho más que por misas.
Son cuatro segmentos que generan la mayoría de congresos y convenciones en el mundo: tecnologías, automovilismo, farmacéutica y construcción. Para el 2015 no se pronostica un crecimiento sustancial, tampoco drásticas caídas, pero las empresas ajustarán sus presupuestos y los destinos que más ventajas ofrezcan, serán los que ganen las masivas concentraciones.
Como el crecimiento del MICE está en función directa del vigor de la economía global, una Europa rumbo a la deflación no es un pronóstico halagador. Estados Unidos crecerá por la fortaleza de destinos especializados en eventos como Las Vegas, Miami o New York. África con guerras y ébola queda fuera del mapa. Centroamérica puede aprovechar su posición estratégica, pero los problemas de violencia la limitan. El Caribe tiene infraestructura y es hábil promocionándose. Asia será la que acapare los grandes eventos mundiales.
Una Sudamérica rumbo a la inflación no permite proyectar costos en un negocio donde se planifica con meses y años de anticipación. Ahí Ecuador tiene una ventaja doble, dolarización que significa precios estables y los segundos costos más bajos de Sudamérica después de Bolivia. Nos limita una aun pobre conectividad aérea, un aeropuerto de Quito pequeño y la falta de un Convention Buro nacional, que articule y promocione como lo hace España, que tendrá un leve crecimiento este año.
El Buró de Quito hace un excelente trabajo y gestiona para la capital muchos eventos. Guayaquil por su músculo económico convoca gran cantidad de meetings, al punto de que tiene un déficit de hoteles 4 y 5 estrellas para abastecer al sector, aunque aún no logra conformar su buró. En Imbabura se formó un buró que empieza con dinamismo, Tungurahua proyecta uno en largo plazo, el resto de ciudades y provincias, departamentos de turismo de municipios y consejos provinciales, que no tienen idea qué es el MICE.
Baños al momento sorprende a los organizadores de eventos que reciben inscripciones en un 300% mayores a las habituales, cuando los potenciales asistentes se enteran que el evento es en este destino muy conocido por los deportes de naturaleza, aguas termales y que tiene la infraestructura y la cultura para atender a miles de turistas, con cero costos logísticos, seguridad, tarifas muy bajas, accesibilidad, el ser el destino “más deseado” del país, por lo que el MICE es el nuevo objetivo de una ciudad que siempre genera Know-how turístico. (O)