Recuerdo que el escándalo en la ciudad era porque unos vándalos habían ‘destruido’ las veredas en la noche. Al salir al centro de Baños me extrañó que la ‘destrucción’ fuera exclusivamente en las partes que coincidían con el paso cebra para los peatones. Se veían aún los restos de concreto y partes de baldosas rotas. En los años de este ‘atentado a la propiedad pública’, las personas que usaban silla de ruedas estaban invisibilizadas ante una sociedad que las veía como un estorbo, con total ausencia de derechos, no eran sujetos laborales y nadie estaba por invertir un dólar en facilitar su acceso en las calles, ni a las empresas y menos a las entidades públicas.
Casi de inmediato las partes destruidas fueron arregladas por los mismos demoledores y encementadas como rampas de concreto que facilitaban el acceso de las personas con movilidad reducida. A partir de ese evento ‘vandálico’, Baños incrementó su turismo, ganó un premio nacional y dos internacionales, en especial el Premio Reina Sofía de Accesibilidad Universal, siendo la primera ciudad de Ecuador, y pionera en Sudamérica, mencionada en todas las guías mundiales de turismo accesible.
Hoy este tipo de turismo es de largo aliento, las personas de movilidad reducida siempre viajan acompañadas, la Organización Mundial de Turismo actualiza constantemente las recomendaciones por un turismo accesible, su secretario general, Taleb Rifai, dice: “La accesibilidad es un elemento crucial de toda política de turismo responsable y sostenible. Es una cuestión de derechos humanos y es también una extraordinaria oportunidad de negocio. Por encima de todo, debemos darnos cuenta de que el turismo accesible no solo es bueno para las personas con discapacidad o con necesidades especiales, es bueno para todos”.
Para que esto sucediera, para que el mundo esté consciente de que dar accesibilidad a la gente discapacitada es bueno para todos, hubo muchos héroes en durísimas jornadas. En el caso de Ecuador, Alfonso Eliecer Morales es uno de ellos, él fue el ‘vándalo’ que en silla de ruedas destruyó las veredas para que Baños fuera conocida mundialmente como destino accesible.
Esta historia la escuché hace pocos años cuando fui invitado a Isla Margarita a un congreso sobre turismo accesible y grande mi sorpresa al ver a Alfonso Morales en la palestra como uno de los conferencistas principales. Qué emotivo fue darnos un abrazo tan lejos de nuestro Baños de Agua Santa; él como expositor, yo como comunicador invitado. Nos tomamos fotos con el ministro de Turismo de ese país.
Ahora Alfonso Morales dirige para Ecuador la Red de Turismo Accesible de América Latina y mucho de su lucha se refleja actualmente en nuestras leyes y en legislaciones de otros países, donde también da charlas sobre vida independiente, en especial para personas que por accidentes automovilísticos, de un momento a otro, deben aprender a vivir en silla de ruedas. Un trauma tan doloroso que ni la familia puede soportarlo, pero que Alfonso Morales ha plasmado en un libro sobre cómo superarlo, junto a más experiencias que expandirán el turismo accesible a más países donde aún no hay ‘vándalos’ que destruyan veredas. (O)