Los ecuatorianos tienen otra oportunidad para frenar su caída a la fosa de la pobreza y la corrupción.
El domingo 07 de febrero de 2021, los ecuatorianos están convocados a elegir un nuevo Gobierno. Se han inscrito 17 binomios presidenciales, sin embargo, de acuerdo a los sondeos de opinión la carrera a Carondelet estaría entre tres candidatos: Andrés Arauz, por la prolongación del correísmo, tomados el poder desde 2006; Yaku Pérez, candidato del movimiento indígena; y, Guillermo Lasso de propuestas económicas liberales.
Arauz y Pérez se presentan como la cara opuesta al político tradicional, de formas “sin formas”, con aires alternativos, sin propuestas elaboradas, solo alegorías populistas.
El correísmo mantiene el discurso del Foro de Sao Paulo. Se evidencia que lo que buscan es captar el poder político para anular las sentencias judiciales por corrupción que pesan sobre su cabecilla.
El candidato Pérez, abandonó la prefectura del Azuay recién posesionado, para asumir la candidatura presidencial por el partido Pachakutik, se ve muy cercano a sus seguidores, ofrece respetar el medio ambiente, por lo que es contrario a la explotación minera pero también tomó parte del alboroto por el alza de los combustibles decretado por el Gobierno en octubre de 2019. Fue parte de la destrucción de Quito.
Guillermo Lasso es el candidato que se presenta como un político tradicional pero tiene a su favor que la gente lo ve como el líder que puede reactivar la economía y con ello recuperar y crear empleo. Ofrece poner en orden las cuentas fiscales y proscribir al correísmo de la función pública.
Los electores ecuatorianos tienen tres alternativas claras: 1) permitir que el correísmo siga en el poder político y con ello queden en la impunidad la corrupción y el abuso; 2) elegir al movimiento indígena auto declarados seguidores de José Carlos Mariátegui (político peruano,1894-1930) ponente del marxismo andino; o, 3) votar por la reactivación económica y la sepultura del correísmo.