Este es un viejo refrán de la sabiduría popular que lo podemos aplicar a nuestro país en los momentos actuales. No para sentirnos caídos y peor rendidos. Para entender que somos un conglomerado ciudadano que a pesar de las dificultades, con tesón, disciplina, madurez y serenidad, somos capaces de levantarnos para seguir orgullosamente adelante. A la metáfora mal oliente y repugnante “de la mesa servida”, el gobierno nacional ha tenido que agregar “la pandemia del coronavirus” con lo que eso significa.
Por ello, es necesario que todos nos demos una tregua para conjurar este mal epidémico e independientemente de que tengamos posiciones diferentes, aportemos por lo menos, a la remediación de este grave problema, disciplinadamente, cumpliendo las instrucciones que se han dado y las que posiblemente se darán en los próximos días por parte de las autoridades de nuestro país.
Hay noticias alentadoras. Científicos norteamericanos y chinos están ya probando vacunas para contrarrestar el virus. Y entiendo que también científicos de otros países lo están haciendo. Aún con los fallecidos en el mundo, el resultado está en un margen de lo tolerable. A esta fecha, exponencialmente, el número hubiera podido ser mucho mayor. A la fecha, “195.892 casos de coronavirus, 7.865 muertes y 80.840 recuperados” dice una fuente de información internacional seria. Vamos a salir. Es cuestión de tiempo. Y si se descubre y la vacuna es eficiente para acabar con este virus, tendrá que darse una producción en gran escala (si en el planeta somos como unos 7.500 millones de seres humanos, tendrán que ser por lo menos 7.500 millones de vacunas) en la que, deberán participar las grandes potencias. Luego, el transporte de esas vacunas a más de 180 países del mundo para la distribución en sus respectivas poblaciones. Y, aquí viene una sencilla pregunta: ¿Quién va a financiar la producción y el transporte de las vacunas?. La humanidad tiene que exigirle a los banqueros del planeta, que por esta vez, luego de haber acumulado inmensas riquezas, cubran esos valores.
En cuanto a nuestro país, hay que tener listo el dinero para la compra de 18’000.000 millones de vacunas. Las autoridades, ya deben pensar en esto. (O)
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