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El Telégrafo

Transgénicos

22 de julio de 2012

Durante el “Taller sobre Biotecnología y Bioseguridad” organizado por el Ministerio de Ambiente en junio pasado, se distribuyó importante información sobre Organismos Genéticamente Modificados (OGM), conocidos como transgénicos, y se discutió la necesidad de cambiar la visión que tiene el Ecuador sobre el tema, a la luz de las necesidades de producción y salud pública.

En el “Estudio de Percepción Pública” sobre los OGM, hay cuestiones que llaman la atención. La mayoría de los 3.200 encuestados pertenece al nivel secundario y universitario. El medio de enterarse de los avances científicos mundiales es la televisión (95%) y los periódicos (77%), pero estos medios, curiosamente, tienen 63% de credibilidad. El 21% sabe lo que es la Biotecnología; solo el 24% de encuestados conoce sobre OGM y el 65% los considera positivos; hay un 30% que dice haber consumido transgénicos y el 56% afirma que sí los consumiría; adicionalmente, el 51% está de acuerdo con el libre comercio de OGM.

Este panorama contrasta con la realidad legal nacional. En la Constitución ecuatoriana, por presión de los ecologistas extremos, se declaró al país “libre de transgénicos”, lo que hoy nos enfrenta a tremendas dificultades. Las vacunas se producen en organismos transgénicos; los anticuerpos para combatir cánceres, la hormona de crecimiento, la insulina, etc., son transgénicos. ¿Qué hacer con estos productos? Brasil acaba de anunciar que liberará moscas transgénicas para combatir el dengue, USA lo propio con mosquitos de la malaria; el Ecuador, ¿qué respuestas dará a estas enfermedades que nos agobian? La producción agrícola no abastece ni nacional ni internacionalmente, demandando un incremento del 30% para sustentar el consumo. Muchos países han optado por los OGM, liberándose de miedos surgidos de la desinformación y no sustentados por verdades científicas.

Al declararnos libres de transgénicos, cerramos las puertas a la competitividad y a la demanda e iniciativa científica nacional. ¿Qué haremos con las células madre manipuladas que han mostrado eficacia terapéutica? ¿Qué con el absurdo artículo 197 del nuevo Código Penal que prohíbe la investigación genética en células madre somáticas? ¿Qué con los nuevos organismos útiles para biorremediación?

Hay tantos OGM en el mundo, que cualquier planta podría tener genes ancestrales de transgénesis.  Si vendiéramos en el exterior un producto de esa planta como libre de transgénicos, podríamos sufrir una demanda por estafa. Este es solo un ejemplo del precio social y científico de ser libres de transgénicos. Es necesario que modifiquemos estas leyes absurdas.

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