El Servicio de Rentas Internas ofrece soluciones en línea, pero si no tienes el certificado de votación te ganas un viaje de regreso al mundo analógico de la tramitología.
La moraleja es que quienes no cumplen con su deber ciudadano tienen que ajustar cuentas con el sistema. Lo que el status quo no observa es que ponerse al día con el Estado supone a veces un retraso en otras obligaciones. Se puede generar una suerte de reacción en cadena.
Cuando se trata de desminar el camino de los tediosos requisitos legales, la última década suma esfuerzos importantes como la eliminación del récord policial como documento mandatorio para salir del país. Eso sí, que un migrante venda el auto que trajo como menaje de casa cinco años atrás es un viacrucis insufrible.
Por este tipo de contradicciones Ecuador aún se encuentra rezagado en la carrera regional por ofrecer un mejor clima para hacer negocios. Figuramos en el lugar 123 de 190 países estudiados en el reporte anual “Doing Business Report” del Banco Mundial. El reporte analiza variables que van desde las facilidades para obtener un crédito hasta la apertura para el comercio exterior.
En la edición de 2019 se destacan los avances de nuestros vecinos Colombia (#65) y Perú (#68). Curiosamente solo estamos por delante de los miembros del bloque del ALBA.
En promedio, registrar una compañía e iniciar un negocio en Quito tarda 47 días y podría costar unos $ 1.245 solo en trámites. En contraste, a un emprendedor chileno solo le toma siete días y a un jamaiquino apenas tres. Y mientras Colombia es el tercer país del mundo con mayor acceso a crédito comercial, yo recorrí cinco agencias bancarias para que me emitan una tarjeta de débito el mismo día.
Llevamos años hablando de atraer inversión extranjera, pero ni siquiera podemos facilitar la inversión local. Estamos ubicados en el puesto 109 de 190 economías en el rango de comercio fronterizo. Pese a los esfuerzos digitales del SRI, en Ecuador una persona tarda en promedio 660 horas al año en sumar facturas, preparar las declaraciones y pagar los impuestos. Es el doble de la marca de América Latina. La tramitomanía auspicia la corrupción a través de intermediarios informales. Nos hace perder tiempo y dinero y nos resta competitividad en una América del Sur en la que somos penúltimos en el buen clima de negocios. (O)