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El Telégrafo

¿Tiene usted hemorroides?

14 de junio de 2011

Las hemorroides (del griego  haima: «sangre» y  rein: «fluir») son várices o inflamaciones de las venas en el recto y el ano. Es un trastorno bastante corriente, que causa muchas incomodidades, pero que no reviste consecuencias graves. Se presenta con frecuencia durante el embarazo, si bien afecta por igual a ambos sexos. Popularmente también se les conoce con el nombre de almorranas. Anatómicamente son plexos, cojinetes o almohadillas de tejido submucoso donde están contenidas las vénulas y arteriolas superficiales del conducto anal. Normalmente son tres los cojinetes, localizados en la pared lateral izquierda, pared lateral derecha y en posición media posterior y funcionan en el mecanismo de continencia de las heces.

A menudo, las inflamaciones de las hemorroides son consecuencia del esfuerzo para evacuar el intestino, aunque pueden ser causadas por otros factores como el embarazo, el envejecimiento y el estreñimiento crónico o la diarrea. El principal síntoma de las hemorroides es dolor alrededor del ano y sangre roja brillante en las heces, en el papel higiénico o en el inodoro. Otras causas de sangrado anal o rectal incluyen un cáncer colorrectal o anal.

Clases de hemorroides: Si las venas afectadas son las del plexo superior, se llaman hemorroides internas,  se sitúan por arriba del conducto anal y se encuentran cubiertas por mucosa. Las venas del plexo venoso inferior se hallan situadas por debajo de la unión anorrectal y están cubiertas por piel, son las hemorroides externas. El sistema de drenaje de esta zona carece de válvulas, y por ello la posición erecta del hombre aumenta la presión en el interior de las venas hemorroidales y, por lo tanto, predispone a la enfermedad hemorroidal. Algunas veces las hemorroides externas sobresalen del orificio, formando lo que se denomina un prolapso. Esto puede ocurrir durante la defecación, si bien después la vena prolapsada suele volver a su lugar. Sin embargo, en ocasiones, una o más
venas prolapsadas pueden continuar en el exterior del ano y provocar una trombosis u obstrucción del vaso.
El diagnóstico se realiza mediante un examen clínico del recto y del ano. El tratamiento suele incluir baños tibios y cremas locales. El paciente debe ingerir una dieta equilibrada, rica en fibra.

Las hemorroides complicadas pueden requerir cirugía y otros tratamientos. La cirugía debe ser practicada por médicos especialistas en proctología.

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