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El Telégrafo

Tesoro en disputa (2)

05 de abril de 2012

Durante la etapa colonial, gran parte de la Costa Pacífica de la actual Colombia perteneció a la Audiencia de Quito, cuyo punto límite superior se hallaba en el puerto de Buenaventura. Más tarde, con la separación de la Gobernación de Popayán, que pasó a la Audiencia de Santa Fe, el límite quiteño bajó desde Buenaventura y la Bahía del Chocó hasta el Morro de la Tortuga, ubicado más arriba de la isla Gorgona.

Empero, el país quiteño siguió en posesión de los territorios costeros de Tumaco, Barbacoas e Izcuandé, que eran precisamente los de mayor producción aurífera del Virreinato de Nueva Granada, junto con los del Chocó y Antioquia.

El fraile agustino Jerónimo de Escobar, que fuera coadjutor del Obispo de Popayán, consignó en 1581 que se exportaba mucho oro en polvo desde Barbacoas para Quito, pero que los pésimos caminos arruinaban al comercio. Señaló que Pedro de la Concha, un mercader quiteño, había perdido 20 mil pesos en oro al rodar a un río la mula que los cargaba.

Para fines del siglo XVII, hay documentos históricos que muestran una producción de oro barbacoano de más de 700 libras anuales. Un siglo después, a fines del siglo XVIII, el mercader francés Julián Mellet hizo constar en sus anotaciones de viaje que Barbacoas y el Chocó producían unas 2 mil 122 libras de oro anuales, lo que equivalía a unos 670 mil pesos españoles. Y en 1801 Humboldt hizo constar que en Popayán se amonedaban más de un millón de pesos anuales.

Fue precisamente para acuñar esa gran producción aurífera, y para cobrar impuestos reales, que Pedro Agustín Valencia creó en 1748 la Casa de Moneda de Popayán, como una empresa privada autorizada por la corona española. De esto deriva el hecho de que el abundante oro de las minas quiteñas saliera a circular por el mundo amonedado por la ceca de Popayán.

Esta es, en esencia, la base del derecho ecuatoriano para reivindicar parte del tesoro recuperado por la empresa Odyssey y entregado luego a España, puesto que se trata de oro del país quiteño, producido por empresarios quiteños y con el esfuerzo de trabajadores quiteños.

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