Es sabido que las relaciones sociales cuando se modifican por causas extremas, como las que estamos viviendo, tiene sus efectos en casi todas las actividades humanas como la política, la economía, la educación, los negocios por citar algunas de las transformaciones que se han dado en estas semanas.
El trabajo es el espacio en donde se realizan las actividades a través de las interacciones humanas; este escenario se ha visto gran parte de las transformaciones que hemos sufrido. El teletrabajo pasó a ser una forma de cumplir con las urgencias y las limitaciones que las circunstancias han creado. También se han implementado una serie de otros dispositivos que hacen uso de la inteligencia artificial y de complejos algoritmos. Los drones se han convertido, en algunas ciudades del mundo, en los nuevos medios que hacen entrega en casa. Las criptomonedas también se utilizan ya en las transacciones cotidianas vía internet sin problema, la digitalización de los documentos está siendo ya una norma.
En las administraciones públicas del mundo llegó para quedarse prácticas del trabajo en casa y de la digitalización de los documentos, las formas de liderazgo verticales se están cuestionado. Ahora pues, es necesario que los Estados busquen que el internet sea un sistema público que inclusive sea global, sin restricciones para el uso de la humanidad.
También se hace necesario, que existan mecanismos de regulación urgente para mantener la seguridad del flujo de documentos y de decisiones que se toman a través del ciberespacio. Los limites tienen que discutirse para que garantice la seguridad individual y de los Estados. Por esta emergencia que vivimos, no podemos entregar nuestras vidas y el futuro a las grandes empresas que ya tienen nuestra información y de lo que hacemos a través de las redes y de las plataformas que usamos de forma cotidiana.
Estamos en el momento de construir nuevos contratos como sociedad para tener un futuro en donde se priorice el bienestar y se respete los derechos conquistados como sociedad. El Estado y sus gobiernos debe ser inteligente para adaptar estos nuevos desafíos a lo cotidiano de la vida humana. (O)