Para expandir nuestra economía requerimos de la sinergia entre la producción privada y pública, para que crezcan de forma exponencial y acortar las brechas de atrasos de años de ineficiencia, porque solo así generaremos empleos dignos y distribuiremos prosperidad para todos los agentes económicos que intervienen en este proceso.
Los tratados de comercio son herramientas fundamentales para despegar las economías al desarrollo, fórmula usada por las hoy potencias mundiales. Este modelo exitoso debemos impulsarlo con responsabilidad para negociar con equidad y sentido de patria; así toda la sociedad gana.
No podemos seguir sujetos a las innovaciones legales de negocios, impuestas por las potencias mundiales, que buscan en los tratados de libre comercio imponer condiciones para mantener la libre explotación de los recursos naturales a su conveniencia, aprovechándose de malas negociaciones y la inequidad impuesta por los dominantes.
Solo basta con estudiar el caso, ocurrido en el continente africano, una de las zonas más ricas del planeta en recursos naturales, donde solo existió el abuso cruel del fuerte sobre el débil.
La UE se ha nutrido de todas las riquezas de la explotación de diamantes, oro, marfil, pieles, delicatessen, etc., que dieron origen al glamour de la burguesía, irónicamente sigue siendo la más pobre, y nos preguntamos.
¿Dónde estaban la ONU, OEA, G8, y todas las instituciones defensoras de los derechos humanos y ambiente? ¿Será que es conveniente que sigan como están? ¿Dónde está la ética y la moral? ¿Quién asume el costo del daño ambiental y sicológico a este pueblo explotado por siglos, que todavía se debate en crueles guerras de territorios?
Es justo reconocer a las minorías heroicas de valientes, misioneros, científicos, educadores, médicos, periodistas, y el cine e instituciones altruistas, que han logrado concienciar al resto del mundo de lo ocurrido en esta parte del planeta.
Ecuador necesita hacer TC con todos los países del mundo en condiciones soberanas, sin explotación laboral ni
pérdida de nuestras etnias ancestrales existentes, flora, fauna, manglares, fuentes de agua, y selvas tropicales, mediante la producción amigable al ambiente, optimizando su potencial minero, maderero, frutales, vegetales, turístico, etc., logrando el fortalecimiento del ALBA, Unasur y CAN.
Los TLC solo tienen de libre el nombre.