Me refiero a que aún en épocas difíciles se pueden generar buenas noticias, aquellas que alimentan el espíritu, que tonifican el alma, que nos hacen pensar en un presente y un futuro mejores, sin la sordidez de las noticias que se generan diariamente y que pululan en las redes sociales.
Fuimos partícipes de eventos extraordinarios, dotados de una dosis enorme de optimismo, nos referimos al 41 Congreso Mundial de Poetas, muchos de sus participantes vinieron del extranjero, pero también estuvieron presentes poetas ecuatorianos, provenientes de varias regiones, con los mensajes de su inspiración y también con la capacidad de llegar a públicos diversos que se dieron cita en escenarios tanto universitarios como de colegios e inclusive escuelas.
Y allí radica la razón de ser de mi entusiasmo, en esos públicos que abarrotaron las aulas, las plazas, para escuchar a los poetas, para reír con sus ocurrencias, para emocionarse con sus historias y sus poemas.
La verdad es que Manta, Bahía, Chone, Montecristi, ofrecieron la calidez de una acogida impresionante que sorprendió a los visitantes de otras latitudes, y que fueron muy receptivos a los mensajes transmitidos.
Estos eventos fueron posibles gracias a alianzas entre la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, la Municipalidad de Manta, Fundación Fidal y varios otros actores locales que se sumaron a la iniciativa y contribuyeron a dar realce a los eventos programados a lo largo de cuatro días densos en cuanto a actividades y jornadas largas que sirvieron para profundizar en los diálogos y también en los compromisos de actividades conjuntas.
El colofón perfecto a estas actividades culturales fue el estreno mundial de la Ópera Alfaro, un esfuerzo de artistas comprometidos con el ámbito musical y el de las manifestaciones teatrales que hacen parte del mundo operístico.
Bien por Manta y por Manabí, polos de desarrollo económico y también cultural del país.