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El Telégrafo
Rosalía Arteaga Serrano

¿Por qué acabar con la vida?

07 de mayo de 2019

Las noticias son cada vez más alarmantes, parece una pandemia en este siglo XXI, y es la decisión creciente de los jóvenes, y a veces también de los niños, de acabar con su vida.

La catástrofe se cierne sobre las familias y también las sociedades, cuando un joven, sin causa aparente, decide terminar con su vida, y lo hacen de diversas maneras: con cortes en las venas, por ahorcamiento, por ingestión de venenos, por estrellar un coche a alta velocidad, por lanzarse desde un edificio o un acantilado.

La verdad es que lo primero que surge es una sensación de estupor, de incredulidad, de que esto no puede estar pasando, y luego la desesperación, el dolor de perder a alguien cercano y, por supuesto, las preguntas, los mea culpa, la incertidumbre por no descubrir la causa de lo acontecido.

La depresión aparece como la gran culpable; pero habría que preguntarse: ¿depresión causada por qué? ¿Es un impulso que surge de un momento a otro? Es una decisión meditada y planificada con tiempo? Hay síntomas que nos ayuden a descubrir posibles actitudes suicidas?

Hay mucho por averiguar, pero tal vez es una constante el tema de la desestructuración familiar, el no encontrar un sentido a la vida en medio de la barahúnda de aparatos tecnológicos.

Hemos visto que el suicidio no es patrimonio de unos países o de unas clases sociales, puede presentarse en diversas circunstancias, por ejemplo en comunidades indígenas en donde hay crisis de identidad entre los más jóvenes, puede darse entre grupos privilegiados de la sociedad, con altos ingresos económicos o también en los más deprimidos socialmente.

Lo cierto es que la decisión de acabar con la propia vida se presenta cada vez con mayor incidencia y son cada vez más jóvenes los que toman una decisión que destroza a las familias y que pone en alerta a las sociedades.

¿Qué hacer? ¿Dónde encontrar una vacuna para este flagelo? Tal vez la respuesta hay que encontrarla en mayores espacios de diálogo y de compartir en la familia y el cultivo de valores en las sociedades en su conjunto. (O)

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