Sostener a las “tiendas de barrio” que están en peligro de extinción

En la economía popular de todos los países existe una querida y tradicional institución como son las “tiendas de barrio”, en las áreas urbanas y rurales, que originaron el negocio de abastos que inspiraron el surgimiento de grandes negocios como los hipermercados de hoy. Además, son la fuente de trabajo de los migrantes de otras regiones, que llegan del campo a la ciudad y se inician vendiendo frutas y verduras en sus carretas o en las esquinas, al poco tiempo se instalan en un sector populoso, alquilan  su pequeño local y se convierten en la alacena del barrio, donde la comunidad de cinco cuadras a la redonda hace sus compras a diario de víveres. Al ser negocios al menudeo y por menor, sus precios son más altos, agregando a esto la nueva cultura de compras de las generaciones jóvenes de clientes, que acuden mas a los mercados públicos, comisariatos e hipermercados por los múltiples beneficios que poseen, como son: seguridad, parqueos, horarios extendidos, amplia variedad de artículos, pago con tarjetas de crédito e inclusive diferir sus compras y, en muchos casos, estar ubicados en los centros comerciales, lo que hace que estos micronegocios vayan  desapareciendo por su falta de competitividad.

Es conveniente que desaparezcan estos micronegocios?

Decisión compleja, porque tienen un impacto importante en la generación de empleo, autoempleo y subempleo, siendo fuentes de trabajo honrado, para personas de baja educación, migrantes, desempleados y de la tercera edad que, además de trabajar, representan una fuente de entretenimiento productivo en sus vidas.

La solución, trabajada con creatividad e innovación, es la siguiente:

Nos permitimos recomendar que los ministerios respectivos asuman,  en este y muchos otros casos de microemprendimientos, el liderazgo para implementar la “asociatividad, franquicias y la agremiación formal”, como los mecanismos para fortalecer a estos micronegocios y garantizar su sostenibilidad y sustentabilidad para  que, sin perder su encanto tradicional y anejo, puedan sobrevivir a la ola de las cadenas de super e hipermercados, que en pocos años los extinguirán si no actuamos ya.

El modelo exitoso a seguir está en la nueva generación de boticas de barrios, que hoy forman parte de las cadenas de las industrias farmacéuticas y distribuidores mayoristas de medicinas organizados.