El exalcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, ha manifestado que no será candidato a la Presidencia de la República, ni a ninguna otra dignidad. Así lo anunció la noche del jueves en una transmisión a través de sus redes sociales.
Su negativa no significa en ninguna medida su retiro de la política nacional, pues hizo un llamado a dar impulso a “la consulta de la prosperidad” de iniciativa ciudadana, con varios temas que, a su juicio, permitirán cambiar la estructura del Estado y fomentar el desarrollo del país.
Nebot no reveló los hechos y situaciones que lo llevaron a desistir de la Presidencia de República, prefirió hacer hincapié en los temas familiares y en el llamado a una nueva consulta popular.
¿Sorpresa? Para muchos, la decisión de Nebot ya era conocida. Son varias las ocasiones en que el líder social cristiano había dado a entender esa posición. La expectativa generada por Nebot a lo largo de estos años, ha estado acompañada de factores como sondeos de opinión, la situación del país en materia política y económica, así como del cambio del electorado.
Los números obtenidos, el ambiente adverso a los partidos políticos, el panorama económico y el tablero electoral, no abonaron durante estos años para que un político calculador como Nebot, se lance por tercera ocasión a la arena electoral. Las ganas y el deseo de llegar a Carondelet no faltaron, pero los números no fueron los deseados.
Nebot aspiraba llegar a la presidencia siempre y cuando contara con un margen que le permitiera gobernar, sin embargo, la dramática situación económica y la frágil institucionalidad del país no han generado esas condiciones. Ello sumado a las acciones y situaciones políticas desafortunadas de los últimos meses, incidieron para que los números esperados no se concreten.
La baja unidad política y el alto nivel de fragmentación generados en la última década, han profundizado la crisis que vive el Ecuador. Nebot no cuadra en un escenario en el que tenga que administrar un país con el 25 o 30 por ciento de aprobación popular. En ese sentido, el ex alcalde continuará dedicado a salvaguardar su liderazgo, reforzar el partido que lidera y construir espacios que le permitan mantenerse vigente políticamente. Su propuesta de consulta popular, seguramente será su principal eje estratégico de trabajo.
La reconfiguración del mapa electoral con la principal figura socialcristiana ausente es un hecho y hay varios sectores que sonríen ante el nuevo escenario. Guillermo Lasso se ha adelantado a saludar la decisión de Nebot, a quien ha catalogado como un líder político indiscutible y con quien comparte su lucha por la prosperidad futura del Ecuador. Ello obviamente no garantiza el respaldo del ex alcalde, quien ha sido enfático en señalar que hará un seguimiento minucioso a las futuras candidaturas y gobernantes del país, sin importar su tendencia política.
Nebot se despide de la presidencia en tiempos de pandemia, tiempos en donde se han visualizado algunas fisuras del tan defendido y promocionado “modelo exitoso”. Para muchos, la decisión de Nebot marca el fin de una era y consideran su despedida de Carondelet como definitiva. Claro, obviamente estamos hablando de política y estamos hablando del Ecuador. (O)