La madrugada del 1 de enero de 2015 Rocío sufrió un accidente de tránsito de consecuencias irreversibles. Milagrosamente, Rocío sobrevivió y puede dar testimonio del peligro que corren las mujeres en manos de hombres machistas y violentos.
Rocío tiene dos niños, de 7 y 6 años. El padre de los niños, que además es su esposo, mantenía hacia Rocío un patrón de celos enfermos y obsesivos. Esta clase de depredadores empiezan por controlar detalles que sus víctimas minimizan, por ejemplo: su forma de vestir y de hablar, su arreglo personal, sus interacciones familiares y sociales. En poco tiempo, de la prohibición y el control, pasan a las amenazas de violencia física hasta que llegan a concretarlas.
Un día, Rocío llegó al trabajo de su madre con la cara llena de moretones; que la habían asaltado saliendo del banco fue la explicación que dio. Sin embargo, quien le había ocasionado esos golpes era su esposo. Ante el esquema reiterado de violencia psicológica y física, Rocío decidió separarse de su agresor.
La noche de fin de año de 2015, el depredador, en uno de sus típicos excesos, llamó a su víctima por más de 30 veces porque quería que Rocío cruce la ciudad de extremo a extremo y le lleve al menor de los niños. Después de dejar al niño con el padre, Rocío buscó un taxi para regresar a su domicilio; por la hora y la fecha le fue imposible lograrlo.
Mientras caminaba de madrugada, un camión conducido por un adolescente ebrio, la atropelló y lanzó diez metros aproximadamente sobre el duro pavimento. Rocío quedó en coma y su organismo tuvo que ser sometido a varias cirugías. Pese a todos los diagnósticos adversos, Rocío sigue con vida y ha recuperado el 65% de sus funciones.
Con el apoyo de su madre y sus hermanas, Rocío y sus niños siguen adelante. Durante los meses que Rocío estuvo hospitalizada, ¿el depredador cuidó de sus hijos o se ocupó de su víctima?
A partir del accidente, Rocío perdió la memoria y no recuerda toda la violencia que su expareja descargó sobre ella; cuando Rocío lo mira se pregunta: ¿Qué me hizo este hombre que no soporto su presencia? (O)