¿Será verdad todo lo que nos cuentan sobre Siria? Un amigo sirio me dijo que está pasando lo mismo que para Irak, Afganistán y Libia.
En Irak, Estados Unidos justificó su invasión por las armas nucleares que supuestamente había en ese país; luego se averiguó no había dichas armas; hoy quedan los miles de muertos, la destrucción del país y las oposiciones tal vez más mortíferas que en tiempos de Saddam Hussein.
En Afganistán, después de haber sido amigos el señor George Bush padre y Bin Laden, pasaron a ser enemigos por el control del gas afgano y vino la invasión, la persecución y a los 10 años el asesinato de Bin Laden.
En Libia, de buen amigo de los gobiernos europeos, Gadafi pasó a ser el enemigo que había que destruir a toda costa; Estados Unidos y Europa se valieron de una decisión de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) de impedir los bombardeos de Gadafi a los rebeldes financiados por ellos mismos, para vender armas, destruir ciudades y matar más gentes que Gadafi.
Estos tres personajes fueron vilmente asesinados y no tuvieron ni la suerte de ser juzgados como los nazis responsables de 6 millones de muertos en los campos de concentraciones…
Hoy son las mismas agencias que nos informan, es decir nos mienten. Hoy son los mismos gobiernos que inventan masacres y violaciones de derechos humanos para justificar la salida de Bashar al Assad para mantener su dominación sobre el petróleo del Medio Oriente. Por estas razones Rusia y China se oponen a una nueva intervención en Siria de la OTAN (Organización del Tratado militar del Atlántico Norte), dirigida por el Pentágono, o sea el Ministerio de Defensa norteamericano.
Es cierto que las monarquías de la región son dictaduras y que tienen que darse evoluciones y revoluciones. En América Latina hemos vivido estas situaciones. Pero lo vemos en Túnez y Egipto: sus revoluciones son ahogadas cuando no corresponden a los intereses financieros y hegemónicos de Estados Unidos y de Europa.
Busquemos informaciones alternativas no controladas por los complejos militar-industriales de Estados Unidos y Europa. Preguntemos a amigos sirios para escuchar otra verdad más cerca de la realidad.
El mismo Jesús nos advertía cuando denunciaba la perversidad de los imperios de turno llamándoles peyorativamente “el mundo”: “El mundo los odiará porque no son del mundo… También los perseguirán a ustedes… (Porque) les he hablado… ahora están en pecado y no se pueden disculpar… Padre, no les saques del mundo, mas protégeles del Malo”.