La historia de la sociedad de lo que hoy es la provincia de Esmeraldas, Ecuador, es una de las más singulares. Tras la invasión europea se conformó en el siglo XVI una sociedad de libertos africanos mestizados con los antiguos nativos originarios (yumbos, niguas y cayapas), quienes se organizaron siguiendo antiguos patrones de orden cacical. El proceso se produjo a partir del naufragio de un barco que transportaba esclavos africanos, veintitrés de los cuales alcanzaron las costas, tras lo cual se inició un proceso de alianzas con los indios del lugar, que según la historiadora Rocío Rueda dio lugar a un “zambaje”, dinámica que constituyó la base de un proyecto libertario. Más allá de forjas internas estos grupos no pudieron ser sometidos al orden colonial.
El sometimiento de un grupo con respecto a un orden, se mide por la inserción al sistema monetario, la cultura mercantil y el pago de tributo, por medio de lo cual se entrega la fuerza de trabajo. En el siglo XVIII ya había formas de sujeción por medio de deudas y ventas de mercancías por parte de los comerciantes blancos mestizos de las otras regiones coloniales. El fenómeno se observa en el norte de lo que hoy es Manabí, donde estaban los pardos Mangaches. En el siglo XIX el desarrollo de las rutas comerciales marítimas, a través del Chocó, anclaron progresivamente a los esmeraldeños. Hasta bien avanzada la república el área de Esmeraldas no estaba penetrada totalmente por el Estado oligárquico - terrateniente. Sin embargo, una elite blanca manejaba las nacientes haciendas. Un grupo de estos hacendados apoyó a la Revolución liberal Radical, que buscaban una modernización y transformación social.
Ya en el siglo XX la zona de Esmeraldas se constituyó en una de las más pobres y excluidas del país. Hoy el analfabetismo supera el 15% y la pobreza multidimensional llega al 38% (INEC). Pero Esmeraldas, esa que ahora vemos en las imágenes golpeada por un evento natural, es mucho más que eso. Verdadera sorpresa se lleva quien ingresa a una de las librerías mundiales más importantes, la Ateneo de Buenos Aires, y encuentra en la colección de los mejores poetas del orbe al esmeraldeño Antonio Preciado. Como él, hay otros grandes escritores, uno de ellos el inolvidable Nelson Estupiñán Bass: ambos recogen en su literatura la esencia cultural de uno de los lugares más verdes de este mundo. Abrazos Esmeraldas.