A veces no es fácil mantener la serenidad. Y más cuando colectivamente hay que enfrentar una situación como la que el mundo está viviendo en la que todos somos protagonistas y responsables de lo que nos pueda ocurrir. Por esto, indigna que existan personas que no cumplen con las instrucciones que las autoridades han impartido. E indigna más, que existan troles criminales pagados, para a través de las redes sociales, enviar informaciones que buscan confundir, atacar, desacreditar, injuriar y denostar con agravios, a quienes les ha tocado asumir la defensa de la salud de los ecuatorianos. Pero hay que mantener la tranquilidad.
Para el mal que nos agobia, ya está la cura. La información internacional nos trae la noticia de que el virólogo francés Didier Raoult, miembro del Instituto Mediterráneo de Infecciones de Marsella, Francia, junto a un equipo de investigadores, ha descubierto que la combinación de dos fármacos: la Hidroxicloroquina y la Azitromicina han dado excelentes resultados en personas contagiadas por el covid-19. Y que, en un grupo de pacientes, solo con la Hidroxicloroquina o simplemente Cloroquina, lograron eliminar este virus en seis días. No es de mi aceptación, por muchas razones el actual Presidente de los EE.UU. Pero es el Presidente y pienso que dice la verdad. El día sábado pasado, en una rueda de prensa, señaló que ha conseguido que la F.D.A. de su país (Administración de Alimentos y Medicamentos) apruebe la utilización de estos fármacos y su utilización inmediata en la cura del covid-19. Y públicamente pidió a los médicos norteamericanos tratar a los pacientes con los fármacos mencionados. Y, como para ratificar que el tratamiento es bueno, la información internacional dice que la farmacéutica TEVA inmediatamente donará al Ministerio de Salud de España 390.000 dosis de Hidroxicloroquina para los pacientes españoles.
Nuestras autoridades de salud, frente a esto y si lo estiman conveniente deben tomar una decisión respecto de la utilización de estos medicamentos. Entiendo que los dos fármacos existen en Ecuador y pueden ser adquiridos inmediatamente. Y si lo resuelven favorablemente, podrían en forma organizada, distribuirlos en los respectivos centros de salud para la cura de nuestros compatriotas. (O)