Terminadas las elecciones del 24M ahora estamos en la gran campaña electoral que nos lleva a elegir al nuevo mandatario en el 2021. El resultado electoral está dividido entre ganadores y perdedores, reyes y tropas. Los ganadores son quienes se están acercando al sillón de presidente. Los perdedores se alejan.
El poder le es ingrato a Álvaro Noboa, por ejemplo. No ganó nada; sus intenciones políticas son tempestades. ¿Ganará alguna elección Alvarito en el futuro? ¿Volverá a postularse a presidente en el 2021? Sus propuestas no son consistentes. A muchos de sus candidatos los electores no los toman en cuenta. Al parecer la política no es para Álvaro ni Álvaro es para la política.
Bien le vale a Álvaro hacer una limpieza integral de algunos de sus cuadros y expulsarlos como voceros de su partido pero mantenerlos de empleados. Me da la impresión que la política no se hace con empleados ni incondicionales sino con gente libre que quiere hacer política comprometidos con un liderazgo auténtico. Lucio y su partido también perdieron. Incluso Gilmar Gutiérrez perdió la candidatura a Prefecto. El mejor candidato que tuvo Sociedad Patriótica fue Galo Lara, quien con actas adulteradas en mano está peleando en Los Ríos exigiendo nuevas elecciones.
Galo Lara es un ganador. Es un poderoso líder político que sin duda va a definir mucho el futuro político del país. Su campaña en Los Ríos fue impecable y ganadora. Si se ordenan nuevas elecciones, transparentes y limpias, Lara va a recibir un masivo apoyo popular. Este resultado electoral reinventó a Pachakutik. Hay nuevos líderes; la historia está superando a dirigentes tradicionales como Lourdes Tibán, quien perdió la candidatura a Alcalde.
Lasso perdió. No ganó nada o ganó algo poco significativo. Su candidato a Alcalde de Guayaquil no la pegó. Guillermo está sin oxígeno y todas las cosas sin oxígeno perecen. El gran ganador: Jaime Nebot. Salió por la puerta grande de la Alcaldía de Guayaquil. Su trabajo como Alcalde fue extraordinario. Su amor por Guayaquil es ilimitado. (O)