A 86 años de la Revolución Juliana del 9 de julio de 1925, siguen vigentes sus ideales y realizaciones, habiendo institucionalizado el país en sus fundamentos. Entre sus muchos logros, hizo de la salud pública “la primordial preocupación de los poderes públicos”, con especial dedicación a “la clase proletaria”.
Desde el 13 de julio de 1925, la Junta Revolucionaria creó el Ministerio de Sanidad e Higiene. Y no tardó en reorganizar el servicio sanitario del Ecuador, mediante el decreto del 1 de agosto de 1925, como ha quedado ampliamente documentado por el Taller de Historia de la Salud que durante más de dos años, con reuniones periódicas en la Universidad Andina, ha analizado el aporte a la salud de la Revolución Juliana.
Para este taller contribuí con mis investigaciones en el archivo de la Presidencia, donde encontré los primeros decretos de los Julianos relacionados con la provincia del Guayas, gracias a la eficiente labor del entonces teniente Virgilio Guerrero Espinosa, miembro destacado de la Liga Militar, quien a sus 27 años recibió la delicada misión de intendente general de la provincia del Guayas. Una de sus primeras preocupaciones fue la salud pública, enfrentado a varios problemas que revelaban un atraso considerable en el proceso de modernización, para cuyo remedio dictó tres decretos desde fines de julio de 1925, que, por lo tanto, constituyen una de las primeras medidas de la Revolución Juliana al respecto, dirigidas a la creación de infraestructura sanitaria, contra la falsificación de medicinas y preventivas.
Su norma para el logro de los objetivos la consignó en su oficio Nº380 de agosto 18 de 1925: “trabajo laborioso y honrado, sin debilidades ni negociados, sin atropellos ni extorsiones; protección al trabajo y a la propiedad legítima; ambiente cordial para laborar por el bien de la comunidad y sanción, desde luego, inflexible, para todo lo malo, pero también obra de previsión, de vigilancia y de atenta observación para evitar antes que tener que castigar; para impedir cuanto sea posible la consumación de atentados y delitos y depurar las poblaciones”.
La Revolución Cubana también dio prioridad a la salud y ha emergido como líder en el mundo con las tasas más bajas de mortalidad general, materno infantil y un amplio sistema de salud reconocido internacionalmente.
La Revolución Ciudadana da igual prioridad, como lo comprueban la serie de indicadores básicos de salud que se realizan desde hace varios años con la colaboración de agencias de la ONU.