Entre las características de una capital constan el ser la ciudad o localidad donde residen el Gobierno central y todos los órganos supremos del Estado. También se habla de una ciudad que representa a un país en el campo social, económico, cultural o de otra índole. Una ciudad como Quito cuenta con varias de estas características.
Quito, una de las ciudades más antiguas del continente americano, sigue siendo la capital de los ecuatorianos, sin embargo, es importante entender los cambios por los que esta ciudad ha atravesado.
En la actualidad, nuestra capital es la ciudad más poblada de Ecuador, después de superar a Guayaquil, que tuvo esa posición por varias décadas. Ello es un gran desafío para la capital, cuyas características geográficas y socioeconómicas también son diferentes al resto de ciudades ecuatorianas y de la región.
A esto se suma el hecho de que, si bien varias ciudades del país recibieron durante los últimos años la migración desde las zonas rurales, la migración externa también aumentó. Cerca de un millón de venezolanos ha ingresado a territorio ecuatoriano y se calcula que entre 250.000 y 300.000 se han quedado en el país y es en Quito donde más se asentaron. Lo dicho plantea nuevas dinámicas en materia de movilidad y vivienda, así como en el ámbito de empleo.
Los problemas que siguen aquejando a la capital son propios de una ciudad que busca insertarse en el mundo contemporáneo.
Temas que tienen que ver con la conectividad, el mundo empresarial, el turismo, la cultura, la igualdad y el espacio público, son algunos de los retos pendientes que debe enfrentar la ciudad.
Será importante el rol que se cumpla desde el Estado, así como desde las autoridades locales en materia de generación de políticas, que permitan un desarrollo de la capital de los ecuatorianos, acorde a los requerimientos que exige el siglo XXI.
Más que nunca, Quito es hoy la capital de Ecuador. (O)