El escenario internacional en el que Daniel Noboa, nuevo presidente del Ecuador, inicia sus funciones que durarán 18 meses, enfrenta aún las consecuencias económicas y sociales de la pandemia y, por lo tanto, cada Estado busca reinsertarse en los beneficios de la globalización para solucionar sus problemas internos; a esto se suman dos conflictos internacionales de gran escala, polarización política e incertidumbres. En este contexto, su plan de gobierno ha planteado un enfoque de política exterior en lo comercial, cultural, apoyo a migrantes ecuatorianos en el exterior y, cooperación internacional.
En cuanto a lo comercial, considerando el corto tiempo que tiene, lo más adecuado es que se enfoque en dar continuidad a los objetivos planteados por la administración saliente. Será clave el apoyo que le dé la Asamblea Nacional a la ratificación de los tratados comerciales firmados con China, Corea del Sur, y Costa Rica, para lo cual el Ejecutivo tendrá que argumentar los reales beneficios que traen dichos acuerdos para el país. Asimismo, si bien se podrían iniciar nuevas negociaciones con socios estratégicos, es fundamental buscar reactivar y aprovechar los beneficios que pueden ofrecer los acuerdos vigentes tanto bilaterales como regionales.
Mejorar la atención a los ecuatorianos en el extranjero ha sido una promesa de campaña, y el fortalecimiento de los consulados se ha planteado como parte de ese objetivo, lo cual está vinculado a mantener las remesas como uno de los principales ingresos del país. No obstante, también se tiene que concentrar esfuerzos en evitar que los ecuatorianos salgan en búsqueda de empleo, considerando la gran ola migratoria postpandemia que sigue vinculada a redes de tráfico de migrantes. Un enfoque en la promoción cultural y de artistas ecuatorianos es una innovación que puede ser beneficiosa para la internacionalización de dicho sector.