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El Telégrafo
Ramiro Canelos Salazar - vicerrector Académico de la UIDE

Restaurar la confianza

11 de septiembre de 2022

Desde la Gran Depresión en los años 30, Keynes advirtió la presencia de los denominados “animal spirits” que tratan sobre la relación existente entre el comportamiento humano desde su perspectiva emocional y la economía. Posteriormente, premios Nobel de Economía como R. Schiller, G. Akerlof y R. Thaler - que se sitúan en la línea de la economía conductual- estudiaron estos comportamientos y establecieron que la economía está definitivamente marcada por las percepciones y la emocionalidad del ser humano. Entre los principales “animal spirits” identificaron a la confianza, la equidad, la corrupción, la ilusión monetaria y las historias de tradición oral. Aquí reflexionaremos sobre el primero: la confianza, que desde la ortodoxia económica se podría entender como esa necesidad del agente económico de hacer pronósticos a futuro en términos racionales y con la información que dispone; sin embargo, en buena parte los agentes económicos realizan en realidad un ejercicio de fe que claramente sobrepasa lo racional.

Hace pocos meses, el BID publicó un libro denominado “Confianza: La clave de la cohesión social y el crecimiento en América Latina y el Caribe” y la define como “la fe en los demás: en su honestidad, fiabilidad y buena voluntad” y añade la importancia de que las personas o empresas no transgredan las normas sociales. Cuando esto sucede la confianza se afecta con graves consecuencias poco exploradas pero que tienen una significativa incidencia en los multiplicadores keynesianos; como por ejemplo la reducción del crecimiento y la innovación por decisiones de no invertir o consumir o simplemente de dilatar estas decisiones hasta que haya un mínimo de confianza en el horizonte respecto al manejo fiscal, político y social. La economía informal se fortalece a través de la ejecución de actividades económicas principalmente de baja productividad que permanecen ocultas por motivos regulatorios e institucionales. La reducción de la iniciativa empresarial y la consecuente reducción del crédito van de la mano con este entorno con el directo deterioro del empleo formal.  Escenario al cual estamos familiarizados en Ecuador. Ahora mismo la confianza en nuestras instituciones y en actores sociales claves se encuentran significativamente disminuida.

Las amenazas de radicalizar nuevamente las protestas serán realidad desde el sector indígena liderado por Leónidas Iza debido a que los diálogos con el gobierno no avanzan en el sentido que este sector social exige, abonan en el deterioro de la confianza, tanto como las indefiniciones, poca claridad y falta de firmeza del gobierno y la deplorable actuación de la Asamblea. En este trágico panorama debemos preguntarnos si empresarios, académicos, sectores sociales, empleados públicos y privados no involucrados directamente en este proceso vamos a ser simples observadores o debemos asumir un rol más activo para restaurar la confianza en el país y darle un norte que ahora mismo parece navegar sin rumbo cierto.

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