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El Telégrafo
Bernardo Sandoval

¡Resistiré!

05 de abril de 2020

El drama mundial que vivimos ha actualizado la hermosa canción de “El Dúo Dinámico”, - Manuel de la Calva y Ramón Arcusa-. La canción “Resistiré”, de adictiva melodía y hondo contenido, se ha constituido en una fuerza motivadora para enfrentar, como individuos y como sociedad, los avatares de la pandemia.

La humanidad resistirá, no hay duda. Ya ha resistido innumerables pestes; siendo la Peste Negra, que arrasó Europa y Asia Menor en el siglo XIV y la “Gripe Española” de 1918, las más devastadoras, con cifras combinadas cercanas a las cien millones de víctimas. Ya ha resistido el azote cruel de innumerables y absurdas guerras que solo en el siglo XX produjeron más de 150 millones de muertos. Ya ha resistido horrendos desastres naturales y hambrunas en los que la irresponsabilidad humana ha tenido mucho que ver.

En fin; no se trata del Apocalipsis pero nos golpea fuerte porque a diario vemos morir a personas cercanas, a amigos, a compañeros de colegio, a colegas médicos. Nos golpea porque vemos que la solución no está cerca y porque resulta obvio que la juventud y fortaleza física no confieren invulnerabilidad. Nos afecta porque la incertidumbre nos invade, porque tenemos conciencia de que somos muy vulnerables ante un enemigo invisible.

No obstante, estamos en la obligación de resistir y enfrentar. El médico, la enfermera, el interno rotativo, la auxiliar de enfermería, el camillero, el laboratorista sentirá y dirá con fuerza: ¡resistiré!, porque su tarea en la vida es consagrarla al servicio de la humanidad. El policía, el militar, el reportero, el productor agrícola, el transportista sentirá y dirá con fuerza: ¡resistiré!, porque su tarea en la vida es por la seguridad, la información y la alimentación de la población.

Pasará la pandemia. Habrá vacuna, medicamento o inmunidad colectiva. Contaremos los muertos por cientos de miles o por millones y el mundo y la humanidad continuarán su existencia. Será un mundo empobrecido pero quizá más sabio. Los prepotentes habrán recibido un gran baño de humildad y habrán aprendido que la riqueza no compra vida y que el dinero es apenas un mal necesario.¡Resistiremos! (O) 

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