Recordemos que Jesús fue hijo de un carpintero y que nació en Judea. Esta era una provincia romana sometida a un doble sojuzgamiento: al emperador romano y al de la aristocracia clerical judía. Por lo que su vida la desenvuelve en un ambiente cargado de opresión, miseria y rebeldía. Por eso condena a los ricos y prepotentes, a los falsos sacerdotes. Y los acusa de verdugos y opresores de su pueblo y de los pobres. Estos, por su condición de oprimidos, tienen asegurada la felicidad en su Reino. Circunstancias que lo llevaron a convertirse en la religión de los esclavos y de los sectores más desposeídos.
“No se puede servir a dos amos a la vez, a Dios y a las riquezas”. “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios”, sentenciaba. Y es más terminante cuando cae a latigazos a los mercaderes que han convertido su casa de oración en cueva de ladrones. O cuando expresa: “No crean que he venido a traer paz al mundo. No he venido a traer paz sino la guerra”.
Los primeros cristianos vivieron en comunidades y compartían sus bienes. Fue en su ulterior desarrollo que la doctrina cristiana perdió su sencillez y pureza primitivas. Se constituyó en el sostén del régimen feudal. Se alió a la corona durante las guerras de la independencia política. Apoyó a los grandes terratenientes, a los regímenes conservadores, a los jefes militares. Acumuló inmensas riquezas.
Mas los éxitos de la Revolución Cubana, la agudización de los problemas sociales y la represión a toda forma de protesta motivaron a un grupo de católicos latinoamericanos a rescatar los principios del Cristianismo Primitivo. Nace la Teología de la Liberación, en 1968. Muchos fueron los teólogos que se incorporaron a la lucha liberadora. Monseñor Leonidas Proaño, el “Obispo de los indios”, es nuestro símbolo.
Los sectores reaccionarios, incluyendo la jerarquía de la Iglesia, la combatieron.
Hoy, en que se implementan procesos de cambios en toda América Latina con visión socialista, bajo el liderazgo de políticos comprometidos con los principios del Cristianismo Primitivo, constituyen vías de carácter moral para situar a nuestros pueblos a la altura de las actuales circunstancias históricas.
Más aún si a fines de esta semana se crea la Comunidad de Estados de Latinoamérica y del Caribe (Celac).
Expresión unitaria de todos los estados latinoamericanos y caribeños, fundamentada en la equidad y la solidaridad.
¡Los sueños de integración de los Libertadores, hechos realidad!
Única opción para avanzar hacia el logro de un nuevo sistema social.
Sistema que lleve a la práctica la hermosa concepción del Humanismo, propugnada por el Cristianismo Primitivo y el Socialismo.