¿Ustedes recuerdan que años atrás, cuando aún no empezaba el gobierno de la Revolución Ciudadana, se mantenía escondidos, como si se tratara de seres vergonzantes, a muchos discapacitados? ¿Acaso no se han olvidado de cómo en la mayoría de los hogares donde existía uno de sus miembros con alguna limitación física o mental, no se les daba a ellos ninguna atención médica o terapia especializada, a fin de recuperar parte de sus capacidades o habilidades?
Y así el tiempo transcurría día a día entre el maltrato y la indiferencia, golpeando la existencia de estas personas que vegetaban sin esperanzas de alcanzar algún nivel de recuperación, sin jamás ver convertido en realidad su anhelo de integración a las actividades normales de la familia y de su comunidad. ¡Cuánta miseria humana! Cuánta insensibilidad social, que al coartar el desarrollo y la superación personal a que todo ser humano tiene derecho, en ciertos casos llegaba a niveles de monstruosidad moral y criminal.
Pero como todo en nuestro país, por obra y gracia de la Revolución Ciudadana, aquello se encuentra en proceso de cambio radical para beneficio de las mayorías; el rescate y la atención también llegó a los 294.000 ciudadanos con algún tipo de limitación. Esto es un hecho real, tangible, de plena comprobación. Tales cifras son el resultado del primer censo de personas con discapacidad realizado en el país y confirman los datos expuestos por la OEA que sostienen que el Ecuador es el tercer país del continente en población con discapacidad, con un 12,8%, después de Perú, que ocupa el primer lugar con el 18,5%; seguido de Estados Unidos, con el 12,5%.
La preocupación por atender las necesidades de la población discapacitada nació en nuestro país el 23 de mayo de 2007, cuando el Gobierno Nacional elevó a política de Estado la atención y prevención de la discapacidad. Para lograr tales propósitos se delegó su ejecución a la Vicepresidencia de la República, en la persona de su titular, Lenín Moreno.
Esta histórica labor que ha venido a cambiar la realidad de los 294.000 discapacitados ecuatorianos, se cumple a través de la Misión Solidaria Manuela Espejo, que nació mediante el convenio entre Ecuador y Cuba.
En ella participan 229 médicos especialistas cubanos y 120 profesionales ecuatorianos. Por primera vez en el Ecuador, cientos de estos nobles e inagotables galenos genetistas, psicólogos y especialistas en salud, acompañados por militares y guías comunitarios, avanzan aún por difíciles caminos, montaña adentro, para cumplir con esta admirada labor que ha sido aplaudida en diferentes naciones del mundo y, además, ha sido llevada a diversos países como El Salvador, Guatemala, Paraguay, Chile, Colombia y Perú.
Se sabe que, desde julio de 2009 a noviembre de 2011, las brigadas de la Misión Solidaria Manuela Espejo visitaron 1’286.331 hogares en las 24 provincias del país y 221 cantones de la nación, estudiando y localizando a 294.611 personas con discapacidad, quienes actualmente son atendidas de manera integral.
Además, nuestro Gobierno ha puesto en marcha el programa Joaquín Gallegos Lara para ayudar a 15.000 personas que sufren discapacidades físicas o intelectuales severas y que consiste en la entrega de sueldos mensuales a las personas que se encargan de atenderlas.