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Ecuador, 26 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
José Gonzalo Bonilla

Se comieron toda una generación

12 de febrero de 2020

En las últimas semanas fue noticia el fracaso de la evaluación de los bachilleres para su ingreso a la universidad. Pero no nos hemos puesto a pensar que la reforma educativa, torpemente implementada por el gobierno de la Revolución Ciudadana, torpedeó el sistema educativo. Fue el fracaso de la educación preescolar, la educación básica y la educación superior.

En lugar de apuntalar y fortalecer la educación de los niños menores de 5 años, Correa y su equipo pusieron las carretas delante de los burros. Empezaron por las universidades y destruyeron la educación superior. Siguieron con el bachillerato, y lo implosionaron. Dejaron para el último la educación inicial o preescolar. Aunque esta debió haber sido la principal preocupación.

Nos dijeron durante 10 años que Ecuador había invertido en desarrollo infantil de cero a 5 años, siete veces siete lo invertido por todos los gobiernos desde el regreso a la democracia. Pero cuando se sinceraron las cifras, solo encontramos que el país había aumentado el presupuesto. Fue más gasto que inversión. Pero el niño menor de 5 años no contó con políticas que auspicien su desarrollo integral. Muestra de ello es que uno de cada cuatro sufre de desnutrición crónica. A largo plazo, el déficit del desarrollo intelectual se manifiesta negativamente, como: dificultades de aprendizaje, bajo rendimiento académico, altos niveles de repetición y deserción escolares. Botaron la plata, la tasa interna de retorno es nula. Por cada dólar invertido, el Estado recuperará cero dólares.

Al no haberse preocupado el Estado ecuatoriano de la calidad de la educación inicial, los decisores y administradores de programas y proyectos son los responsables de que las nuevas generaciones no tengan un desarrollo de las capacidades y cualidades de la voluntad, así como de las estructuras morales básicas. Se comieron toda una generación. Y aquí no pasa nada. El país en 13 años ha dado un giro revolucionario de 360 grados. (O)

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