Mis amigos de los Estados Unidos siguen escribiéndome a mi correo electrónico personal, a pesar de que yo cada vez lo uso menos y casi exclusivamente para estar al tanto de movimientos bancarios o cargos a las tarjetas de crédito. He tratado de convencerles que el WhatsApp es más cómodo pero no logro que se comuniquen por ese medio. Parecería que en América Latina lo hemos adaptado fácilmente mientras en los Estados Unidos solamente un 20% de los usuarios de teléfonos inteligentes usan esta aplicación. En el resto del mundo, sin embargo, parece establecerse una tendencia de usar mensajería instantánea, incluso para los negocios. Ya se ha creado la aplicación Whatsapp Business que tiene muchísimas ventajas sobre el correo electrónico.
Sorprende la velocidad con la que van cambiando las comunicaciones. Constato con mis estudiantes que la mensajería directa es más efectiva para ellos. Dicen que el correo electrónico mantiene su rol en cuanto a lo formal, pero piensan –igual que los informáticos que asistieron a la última cumbre de Davos–: los correos electrónicos se están volviendo obsoletos. Así lo reporta un artículo del periódico The Guardian el pasado enero.
Pregunto a Brady por qué siempre prefiere el WA. Ella es una de las estudiantes que hace sus prácticas en mi oficina. Me dice que tener siempre a mano su teléfono inteligente y portátil es una ventaja que le permite poder comunicarse desde cualquier lugar; por otro lado, logra que la interacción sea rápida y directa y aprovecha la versatilidad de poder enviar videos, música, memes, artículos y otros materiales. Brady ve en el Whatsapp un medio informal que le hace sentir que sus interlocutores están cerca.
Los líderes informáticos de las empresas entrevistados por el diario londinense en Davos dicen que además del WA se comunican con su personal a través de las plataforma Teams de Microsoft, Instagram o LinkedIn, y aseveran que sus empleados jóvenes usan Snapchat o Slack.
La Generación Z, es decir las personas nacidas después de 1997, parecen ser las que pronto escogieron el chat instantáneo. Ponderan las cualidades del WhatsApp por estar encriptado, ser un medio seguro difícil de hackear y muy útil para enviar información confidencial de tipo bancario, con números de cuentas y datos sobre transferencias de dinero.
A pesar del vuelco hacia WA y otras Apps de comunicación instantánea parece que el correo electrónico no va a desaparecer muy pronto porque sigue siendo indispensable registrar una cuenta de correo electrónico para las compras en línea, para configurar cuentas en las redes sociales y bueno para las comunicaciones oficiales. Los que prefieren la comunicación interpersonal e informal prefieren la mensajería instantánea.
Las comunicaciones reflejan el cambio continuo en lo tecnológico y cultural. “Así como los correos electrónicos eran mal vistos por la generación del teléfono y la carta, ahora ocurre que los cambios hacia la mensajería instantánea no se aceptan fácilmente entre los adultos” dice Thomas Robinson, profesor titular de Bayes Business School en Londres.
Mis estudiantes ponderan las ventajas del Whatsapp para los negocios como su capacidad para poder crear bases de usuarios a gran escala y la posibilidad de distribuir contenidos ampliamente en varios países, grupos de edad y nichos. Esto hace que sea mucho más fácil que las empresas puedan dirigirse a sus audiencias específicas. Otra de las ventajas de WhatsApp –dicen los y las chicas– es que no tiene costo y que las empresas no necesitan comprar equipos adicionales ni contratar personal. Por otro lado, permite rastrear con facilidad el número de personas que interactúan con el contenido que se quiere divulgar y es excelente para construir comunidades de clientes o de amigos. Como si eso fuera poco, –dicen los jóvenes–, el mensaje de estado en WhatsApp puede ponerse vía texto, imagen o incluso video.
Ahora constato que yo misma estoy usando el WA de forma continua y con nuevos propósitos. Por ejemplo, he podido hacer consultas médicas enviando los resultados de TACS, RXs, y otros exámenes. Sé que siempre será mejor poder ver la cara de las personas, estrechar su mano, verles a los ojos y establecer vínculos. Sin embargo, en la era de la comunicación rápida e informal la mensajería instantánea es perfecta.
Está en la esencia del ser humano ponerse a tono con las circunstancias. Sólo el que se adapta sobrevive. Es probable que, –citando al poeta rockero Tuli Kupferberg– “cuando se rompan los modelos antiguos, surjan nuevos mundos”.