La tasa de crecimiento del país en el período 2009-2010 llegó a 0.36% y 3.58%, lo que refleja el efecto de la crisis financiera internacional (2009) y la recuperación de la economía en el siguiente año. Según datos del BCE, en el primer trimestre de 2011 esta alcanza 8.6% en relación al mismo período de 2010, lo que daría indicios de la reactivación económica en este año si se confirma la estimación del crecimiento del PIB en 2011 de cerca del 5.2%.
El fuerte aumento del nivel de actividad económica (NAE) del I trimestre de este año, se explica por el incremento de las exportaciones de 10.8% (por los altos precios del petróleo) y de la demanda interna de 7.7%, que estuvo influida principalmente por el aumento de la inversión en 16.7% y del consumo privado de 7.6%. Según datos del MCP, la inversión privada se situaba en 30.5% del PIB (I T) y la inversión pública había crecido 64% en el primer semestre de este año en relación al mismo período de 2010.
Lo relevante es que el fuerte crecimiento del NAE se debe a que la tasa de inversión ha crecido a una tasa mayor que los en los trimestres anteriores en 2010, lo que dinamiza la economía mientras que la variación del consumo ha sido menor que la de los trimestres anteriores en 2010. A nivel sectorial, esta reactivación se explica por el buen desempeño del sector no petrolero: alto crecimiento de la construcción de 17.5% (obra pública y privada), pesca 7.6% y manufactura 7%, que son sectores generadores de empleo junto con la agricultura.
La tasa tendencial de crecimiento del país es del 3% y éste es un tema de largo plazo. Un factor clave de éste es la cantidad y calidad de factores productivos y dentro de estos los bienes de capital. El gobierno está desarrollando la infraestructura física con la construcción de puentes, carreteras, aeropuertos, hidroeléctricas, refinerías de petróleo, telecomunicaciones, conectividad, etc. lo que contribuirá al crecimiento. Pero por otro lado, se están estableciendo las nuevas reglas del juego en que se moverá el sector privado, como por ejemplo el Código de la Producción, que se relaciona con los incentivos a la inversión productiva.
Lo fundamental son las tendencias económicas de mediano y largo plazo. Se está apuntalando el crecimiento y se ha propuesto un nuevo modelo de desarrollo. Lo crítico es la transición del modelo primario exportador a uno basado en la demanda interna que se ha definido como el de sustitución selectiva de importaciones. Tanto el crecimiento y el nuevo modelo de desarrollo requieren de financiamiento. El sector público tiene las fuentes de recursos. Para apuntalar la inversión privada se necesita financiamiento de largo plazo y la vía es el desarrollo del mercado de capitales y para ello es clave la nueva ley de mercado de valores que todavía espera definiciones.