La democracia no es perfecta, pero es perfectible. El próximo 5 de febrero, los quiteños así como los ecuatorianos acudiremos a las urnas. En el Distrito Metropolitano de Quito elegiremos el binomio de la Prefectura y la Viceprefectura, la Alcaldía, 21 concejalías y un total de 169 vocales en las 33 parroquias rurales.
Las Elecciones Seccionales y las Elecciones Generales son la mayor expresión de la democracia representativa. Sin embargo, la Constitución de Montecristi, también, reconoce la democracia participativa y comunitaria.
En este contexto, mientras las partidos y movimientos políticos estaban definiendo sus candidaturas y alianzas; a la par, un grupo de ciudadanos y organizaciones sobre todo del noroccidente del DMQ están llevando a cabo un importantísimo proceso de la democracia participativa: la iniciativa de una consulta popular sobre la prohibición de la explotación minera en el Distrito Metropolitano.
En la actualidad existen 12 concesiones mineras y seis más están en trámite poniendo en peligro una de las zonas más biodiversas del país y el mundo como es la mancomunidad del Chocó Andino.
Entre las parroquias de Calacalí, Gualea, Nanegal, Nanegalito, Nono y Pacto están los últimos bosques y ríos limpios de Quito. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró la zona como la séptima reserva de biósfera del Ecuador.
El Chocó Andino es el hogar de nada más ni nada menos que 3000 especies de plantas, 640 especies de aves, 150 especies de mamíferos, 120 especies de anfibios y 90 especies de reptiles. A más de su riqueza natural, su riqueza cultural consiste en albergar 528 sitios arquitectónicos y vestigios de los pueblos Inca, KituKara y Yumbo. Finalmente, es el origen de muchos de los ríos de la Costa ecuatoriana y remueve 266 mil toneladas de carbono de la atmósfera.
A nombre de un supuesto desarrollo, las concesiones mineras ponen en riesgo este paraíso. Según cifras oficiales, la explotación minera produce apenas el 0.8% de ingresos estatales y el 0.4% de fuentes de empleo que dicho sea de paso son en condiciones precarias y a un altísimo costo para la salud de los trabajadores.
Las autoridades de los gobiernos autónomos descentralizados que iniciaran funciones el 14 de mayo de 2023 tienen que tener un compromiso por la vida. En medio de los efectos del calentamiento global, la conservación del Chocó Andino y un Quito sin minería es una responsabilidad con el presente y el futuro; pero, así mismo, un auténtico desarrollo que genere fuentes de trabajo basadas en la agricultura orgánica, el turismo ecológico, entre otras actividades en armonía con la naturaleza.