Promover el desarrollo global y crear juntos un mejor futuro: Diez años de la Iniciativa de la Franja y la Ruta
16 de octubre de 2023En 2013, el presidente de China, Xi Jinping, propuso construir la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI, conocida como la iniciativa de la Franja y la Ruta. En la última década, este proyecto ha sido muy bien acogido internacionalmente como un producto público y una plataforma de cooperación, al crear una franja de desarrollo de beneficio conjunto y una ruta que conduce al bienestar de toda la humanidad, que parten de los principios de consultas extensivas, contribución conjunta y beneficios compartidos, que adhieren a la filosofía de cooperación abierta, verde y limpia y se enfocan en altos estándares, la sostenibilidad y un desarrollo centrado en las personas.
Durante los diez años de la Franja y la Ruta, China se ha integrado con el mundo y ha vigorizado enormemente la economía global. China se consolida como la segunda economía del mundo y la mayor potencia en manufactura y comercio de bienes, convirtiéndose en el motor y principal estabilizador de la economía global. En el contexto de la globalización económica y su impacto en la división del trabajo, con la construcción de la Franja y la Ruta China intensificó la colaboración con otros países en un sistema de cooperación internacional de beneficio mutuo, tanto en cadenas industriales y de suministro, como para promover el sistema multilateral de comercio e impulsar definitivamente la recuperación de la economía mundial.
La región de América Latina y el Caribe (LAC) es un socio indispensable para la construcción conjunta de la Franja y la Ruta, mediante la cual se han reforzado el acoplamiento de estrategias y el aprovechamiento de las fortalezas complementarias con China, para compartir oportunidades y lograr un desarrollo conjunto.
Interconexión con el mundo, prosperidad común y beneficio para millones de familias a una década de desarrollo de la Franja y la Ruta. Desde los trenes China-Europa, al ferrocarril China-Laos; pasando por los proyectos de energía limpia en Latinoamérica hasta la liquidación comercial en monedas locales, son ejemplos del crecimiento en infraestructura y finanzas. Muchos de ellos son emblemáticos en campos como transporte, energía e informática, que prosperan en los países cooperantes, abren nuevos canales de colaboración con China y entre sí, lo que contribuye a liberar la dinámica de desarrollo.
En la actualidad, China ha firmado documentos cooperativos de la Franja y la Ruta con más de 150 países y más de 30 organizaciones internacionales, ha generado inversiones por cerca de mil millones de dólares, creando 420.000 empleos y acabando con la pobreza de casi 40 millones de personas. La contribución al bienestar de la gente y al desarrollo global es real y tangible.
Con la iniciativa de la Franja y la Ruta, China defiende firmemente el multilateralismo y promueve la mejora de la gobernanza global. Sin duda alguna, la apertura es un motor indispensable para el progreso de la civilización humana y una acertada ruta hacia la prosperidad del mundo. La iniciativa de la Franja y la Ruta se trata de poner en práctica el verdadero multilateralismo. Ha sido inscrita en documentos oficiales de la ONU y otros importantes mecanismos internacionales, convirtiéndose en un consenso esencial para la gobernanza global. Hoy en día, plataformas de cooperación tales como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, los BRICS y el Foro China-CELAC, entre otras, desempeñan un papel más significativo en los asuntos regionales y globales, mientras fortalecen el desarrollo abierto de la economía mundial. Con esto, la cooperación de la Franja y la Ruta incorpora y realza la voz de los países en desarrollo y las economías emergentes para una gobernanza global más justa y razonable; en una coyuntura de cambios trascendentales para el mundo que afecta sensiblemente al multilateralismo.
El 12 de diciembre de 2018, China y Ecuador firmaron un memorando de entendimiento sobre la construcción conjunta de la Franja y la Ruta, abriendo así nuevas perspectivas en las relaciones bilaterales. En los últimos cinco años, la confianza mutua en el ámbito político se ha consolidado, la cooperación económica y comercial ha sido fructífera y los intercambios culturales se han vuelto más estrechos. Impulsadas por la inversión y el financiamiento chinos, las empresas chinas participan en la construcción de infraestructura de electricidad y transporte, en el desarrollo de campos estratégicos como petróleo y minería, así como en proyectos sociales de hospitales, viviendas y escuelas en Ecuador. Estas empresas cumplen con sus responsabilidades y promueven el empleo local, creando miles de puestos de trabajo que aportan notables beneficios económicos y sociales al país. Con la firma del acuerdo de libre comercio, el potencial de la colaboración pragmática de China y Ecuador cobrará nueva vitalidad en la construcción conjunta de la Franja y la Ruta de alta calidad.
Aprovechando la próxima celebración del tercer “Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional”, China está dispuesta a compartir oportunidades para el desarrollo con todos los países, incluido Ecuador, y a dar pasos firmes en el camino del mutuo beneficio.