El 21 de enero de 1988, la Corte Suprema de Justicia me designó Ministra Juez de la Corte Superior de Guayaquil, siendo la primera mujer que desempeñó tan alta distinción en la provincia.
Conocedora de que el juicio por los sucesos del 15 de Noviembre de 1922 reposaba en sus archivos, me propuse la tarea de localizarlo. Sabía que historiadores y analistas sociales de todo el país lo habían intentado sin lograrlo. En octubre de ese mismo año conseguí mi cometido. “Una auténtica joya de la investigación historiográfica”, expresó Patricio Martínez Jaime, entonces coordinador de la Asociación de Historiadores en América Latina y el Caribe.
Durante todo el proceso, se trata de culpar a los trabajadores de ser los que prepararon y originaron la violencia, para justificar la masacre. Pero del estudio del mismo se desprende que la balacera tomó desprevenidos a los trabajadores, obligándoles a asaltar algunos almacenes distribuidores de armas para enfrentar a los soldados, como expresión de legítima defensa. Y quien obra en legítima defensa no comete infracción alguna.
Así también lo establecía el Código Penal de ese entonces, el de 1906, expedido por el general Eloy Alfaro, encargado del mando supremo de la República.
Todas las pruebas revelan que la lucha de los obreros y el pueblo de Guayaquil fue limpia y que jamás tuvieron la intención de provocar a la Policía ni causar desórdenes.
El juicio criminal fue levantado por el entonces intendente de Policía, Alejo Mateus; dirigido al Juez Tercero de Letras con el objeto de que, “en la amplitud que le concede el Código de Enjuiciamiento Penal”, se obtenga el pleno esclarecimiento de tales hechos y la satisfacción de la vindicta pública, a fin de que “en el transcurso del tiempo se conozca fidedigna la historia de dichos acontecimientos que no se pudieron evitar…”.
El juicio no concluyó. Ni siquiera se agotó la etapa sumarial. La última diligencia procesal tiene fecha “14 de abril de 1923”. Las circunstancias político-sociales que vivía el país indujeron a la paralización de la sustanciación del mismo. Entonces, el fallo no se dictó. Una nota manuscrita sobre el libelo inicial del proceso dice “Archivo enero 11/926”.
Las acciones reivindicativas populares se intensificaron durante los años 23-24-25. El 9 de julio de este último año se fraguó el golpe de Estado conducido por la joven oficialidad militar y círculos de intelectuales, que dio paso a gobiernos progresistas.
En ese mismo año nace el Partido Socialista. Y con él la izquierda reivindica el 15 de Noviembre de 1922.
Sugerimos al actual Gobierno que declare el 15 de noviembre “Día nacional de la lucha de los trabajadores ecuatorianos”.
El valioso testimonio será entregado, en solemne ceremonia, al Archivo Histórico del Guayas, donde los investigadores podrán consultarlo.