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El Telégrafo
Fernando López Parra

¡Proactivos ya!

09 de abril de 2020

No cabe duda que el distanciamiento social constituye la medida primera para enfrentar esta pandemia a la que, como nunca, somos todos vulnerables. En una guerra bélica hay la posibilidad de protegerse sin estar en el escenario de batalla; ahora no es así, toda la humanidad es vulnerable. Todos en casa es la estrategia óptima para enfrentar esta situación.

Otro elemento clave es el uso de mascarillas que protegen cuando hay interacción social; en esto la experiencia de Corea del Sur nos envía un claro mensaje sobre su eficacia. De acuerdo con la Universidad Johns Hopkins están confirmados 10.384 casos y 200 fallecidos. Este dato contrasta con la realidad italiana de 136.000 casos y 17.000 fallecidos, donde no hubo inicialmente ni medida de aislamiento social, y tampoco el uso de mascarillas.

Hace dos semanas ya anunció el vocero más importante del centro universitario de enfermedades infectocontagiosas de la Universidad de Seúl, que el uso de mascarillas es gravitante para la contención de las gotículas del covid 19. Esta práctica es generalizada en varios países asiáticos por haber vivido epidemias como el H1N1, el SARS, la varicela, la gripe porcina y otras; el ejemplo está ahí.

En estos días circuló también una entrevista al científico italiano Sergio Romagnani, una de las voces más conceptuadas en inmunología, profesor emérito de la Universidad de Florencia. Y coloca la importancia del examen preventivo y masivo del covid 19; es decir, hace notar que no se lo realiza solo a los que presentan síntomas, sino a los grupos más cercanos a donde se localiza el virus, por la existencia de los llamados asintomáticos.

Manifiesta el profesor Romagnani sobre la excelente experiencia de la localidad del Véneto, que registra 662 fallecidos y 11.000 casos confirmados, mientras que en Lombardía superaba los 9.200 muertos con 52.000 casos confirmados. El valor del examen ronda los $ 15 y la atención para tratar las consecuencias del virus en terapia intensiva tiene un costo promedio de $ 60.000. Estas cifras ponen en evidencia la diferencia entre las políticas reactivas y proactivas.

Lo que requerimos es continuar con los cuidados del distanciamiento social con todos en casa, el uso de las mascarillas y la necesidad de ser estratégicos en la realización de los exámenes de detección de este enemigo invisible. (O)

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