Siguiendo la línea histórica de construcción de la administración pública del Ecuador, se describe este segundo momento una reseña del rol del presidente Gabriel García Moreno (1860 -1875) en la formación una mínima institucionalidad del aparato público ecuatoriano que presenta la propuesta del afianzamiento de una economía nacional integrada, con el propósito de posibilitar la incorporación, internamente negociada, del país al mercado capitalista en condición de proveedor de productos agrícolas tropicales. Esta propuesta de una administración pública centralizada, buscaba superar la regionalización expresada en intereses dispersos autonomistas y en el frágil nivel de centralización imperante en las tres primeras décadas del Estado republicano. Hay la necesidad de construir un Estado y un aparato público alejado del modelo colonial y sin claridad de un proyecto común, las clases propietarias no habían logrado organizar un aparato estatal de dimensión nacional que se convierta en la instancia unificadora de sus intereses.
La consolidación de este Estado, impuesto por vía absolutista, tenía varios objetivos: resolver la desarticulación territorial que experimenta el país y lograr la centralización política administrativa del Ecuador, con el fin de armonizar los intereses de las clases propietarias aprovechando los recursos disponibles y generando un mercado integrado, entre regiones aisladas. Este proyecto suponía un acuerdo entre las fracciones dominantes y se promovió mediante el tutelaje de un aparato ideológico descentralizado donde el actor principal de la época era la Iglesia católica.
Las condiciones económicas favorables para la clase terrateniente cacaotera, determinaron que García Moreno -quien paradójicamente, fue un representante del latifundismo serrano fracción con la que se encontraba unido por alianza matrimonial- siente las bases para nuestra vinculación al mercado mundial. Para alcanzar ese propósito durante los tres lustros de su influencia en el escenario político, concibe y promueve un modelo societal y estatal que combina la intolerancia religiosa con el progreso económico.
Para "lanzar al Ecuador con mano vigorosa por la senda de la prosperidad", que promulga la Asamblea Constituyente de 1861, García Moreno promovió una centralización represiva del poder estatal y de su administración pública naciente, partiendo de la integración de los espacios regionales, avance a la contención de las luchas populares y promueva a través de una serie de mecanismos económicos, políticos y sociales, la modernización de la sociedad, la centralidad política y la inserción al sistema del Ecuador al orden neocolonial.
La tensión entre la centralización la descentralización del poder del Estado y las instituciones, de la administración pública ecuatoriana, tiene una larga data, que se reproduce con diferentes tesituras, dependiendo de los estilos del gobierno central y de la composición del poder local de nuestro Ecuador.