Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), así se denominan los comicios de Argentina el próximo domingo para definir las candidaturas de las elecciones de octubre. Como todo en Argentina. Demasiado nombre para nada. Demasiadas palabras cuando se puede ir al grano con las cosas. Pero así es todo en estas Pampas. “Parole, parole, parole”, cantaba la gran cantante italiana Mina y por aquí lo que sobran son palabras y lo que faltan son ideas. Se vio en la campaña.
Mucho histrionismo, tan caro a la expresidenta Cristina Fernández, mucha actuación forzada, tan característico del presidente, Mauricio Macri, y actores de reparto de poca monta, y un público que se sigue conformando con nada. Mientras la devaluación de la moneda no se detiene, y la crisis social tampoco.
Eso sobre el escenario de los acontecimientos en bastidores, la corrupción, a un lado y al otro del espinel político, hace estragos y las cargas de lo que vaya a pasar en los comicios de octubre se terminarán de acomodar este domingo. ¿El futuro inmediato del país? Se avizora más preocupante en un país endeudado nuevamente, en tiempo récord y con una dirigencia, en todo su conjunto, que no sabe, no puede y no le interesa, pensar en las necesidades urgentes del país. Así los principales candidatos se vislumbran como las dos caras de una misma moneda, si se revisa minuciosamente la historia reciente del país. Un país donde sobran las palabras y sobran desmadres.
A tal punto que en gran número cada vez más argentinos (principalmente las capas más jóvenes de la sociedad) anteponen la palabra “nada” ante cada respuesta. Es una pena que por aquí sean pocos los que escuchan y los que se escuchan. Porque si se escucharan a sí mismos, si escucharan a los candidatos, no habría que esperar a abrir las urnas para saber que Nada es algo más que la letra de uno de los tangos más hermosos, sino de lo que se construye el futuro inmediato de una ilusión llamada Argentina. (O)